Equipo de Punto Final llegó a una de las zonas más alejadas de la región Amazonas para evidenciar una dura realidad que una gran cantidad de menores sufren.
En una escalofriante realidad en la zona de Condorcanqui, Amazonas, se han registrado alrededor de 533 casos documentados de niñas awajún abusadas por sus profesores de primaria y secundaria.
Este oscuro panorama, detallado en un informe especial de Punto Final, fue denunciado por madres de la comunidad, quienes alertaron sobre el abuso sistemático y la impunidad que rodea a los docentes.
Abusar sexualmente de una niña awajún, al parecer, tiene precio. Ante la ausencia de la autoridad y la poca de que les tiene la justicia, uno de los vecinos indicó que se estableció una especie de «arreglo» en caso que la familia increpe al victimario, el cual es un arreglo económico.
El abusador entrega a la familia de la víctima 500 soles o, en todo caso, una parcela para sembrar. Esta es la triste realidad en Condorcanqui.
Las víctimas, en su mayoría niñas, son objeto de abuso sexual por parte de personas en posiciones de autoridad, no solo limitadas a los profesores, sino también a otros profesionales disfrazados de protectores.
La situación es aún más desoladora debido a la ausencia de justicia, así como la distancia y el acceso limitado a servicios esenciales relacionado a la atención médica especializada en casos de violencia sexual en la zona.
De acuerdo con el director de la UGEL de Condorcanqui, los reglamentos internos no garantizan una separación efectiva de los profesores mientras se investigan los casos y continúan recibiendo sueldo.
Frente a esta situación, se plantea una serie de interrogantes críticos sobre la seguridad y el bienestar de los niños en las escuelas rurales de Perú. Si estás interesado en conocer más detalles, mira el informe completo de Punto Final.
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