Los fieles, entre lágrimas, hicieron sus pedidos de fe a las dos imágenes benditas, que por primera vez se unieron.
Una semana llena de devoción se vivió en la provincia Huancabamba, en el departamento de Piura, donde los devotos vivieron con gran emoción el encuentro entre el Señor Cautivo de Ayabaca y la Virgen del Carmen.
Entre lágrimas, los fieles hicieron sus pedidos de fe a las dos imágenes benditas, que por primera vez se juntan en la historia.
El Señor Cautivo llegó desde Ayabaca, Piura, hasta el caserío de Ñangali, en una camioneta negra y rodeada entre decenas de fieles. Tras ser instalado, hizo un recorrido por las calles junto a la Virgen del Carmen.
“Dentro de su vestimenta está compuesta por 3 piezas: el habito, el cinturón y la capa”, explica Carlos Tamayo, uno de los devotos.
En medio de la solemnidad, hubo un espacio para la fiesta y la celebración, donde no faltó los juegos artificiales, la música y la comida.
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