Triunfo de Boric «para mí fue todo»: comunidad LGBTQ de Chile aliviada tras victoria electoral

SANTIAGO, 23 dic (Reuters) – Para el chileno Ian Harting, bailarín, coreógrafo y gay de 29 años, votar por el futuro presidente de Chile se sintió como una cuestión de vida o muerte y el triunfo del izquierdista progresista Gabriel Boric lo dejó profundamente eufórico y aliviado.

Boric superó fácilmente en el balotaje del domingo al ultraconservador José Antonio Kast, a quien la comunidad LGBTQ, feministas y activistas por el derecho al aborto, entre otros, veían como una amenaza existencial.

Kast se ha opuesto al matrimonio homosexual, al aborto e incluso a la píldora del día después, y ha defendido la dictadura del general Augusto Pinochet. Durante la campaña amenazó con eliminar el Ministerio de la Mujer pero tuvo que dar marcha atrás en medio de un aluvión de críticas.

«Yo como gay tengo mi pareja, nunca había sentido realmente un miedo con respecto a mi vida, con respecto a mi derecho (…) y todo este tema presidencial en Chile fue como volver a enfrentarse al miedo de que sí vivimos en un mundo donde corremos riesgo y corremos peligro día a día», dijo Harting.

Para él, Kast alentaría el «odio» de aquellos que querían maltratar, marginar y discriminar a las minorías.

Luego de su triunfo Boric, quien a los 35 años se convierte en el presidente elegido democráticamente más joven de Chile, habló ante un mar de chilenos que abarrotaron el centro de Santiago ondeando banderas del orgullo gay, feministas e indígenas mapuche.

«Haber celebrado este triunfo para mí fue todo. Fue realmente vincularlo a mi vida, a mi seguridad, a la seguridad de mi pareja, a la seguridad de mis amigos. A la seguridad de todas las personas que amo en este mundo», añadió Harting, quien fue con amigos a la céntrica Alameda para escuchar el discurso del presidente electo.

Boric presentó amplios planes para unir a la nación y ampliar los derechos de los ciudadanos después de una ruda campaña electoral, tocando temas como derechos indígenas, igualdad de género y medio ambiente, al mismo tiempo que promete responsabilidad fiscal y velar por la economía.

Paola Fernández, de 39 años, dijo a Reuters que temía una victoria de Kast debido a sus políticas de extrema derecha y a su enfoque social conservador.

«Mi hija es homosexual. Creo que Chile ya vivió una dictadura y no podíamos volver a vivirla otra vez», dijo abrazando a su hija.

«Mi suegro fue perseguido, exiliado. Entonces no podíamos, no podíamos dejar que un candidato como José Antonio Kast subiera al poder», añadió.

SEGUIREMOS MOVILIZADOS POR LAS CALLES

Oriundo de Punta Arenas, en el extremo sur de Chile, Boric dirigió la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en Santiago. Saltó a la fama liderando las protestas estudiantiles de 2011 exigiendo educación gratuita.

Ese movimiento antecedió el estallido social de 2019 que allanó el camino para avanzar en antiguas demandas, encendió la mecha del ascenso político de la izquierda progresista y abrió camino a la redacción de una nueva Constitución que reemplace al texto de la era de la dictadura.

Tras una dilatada discusión, legisladores aprobaron a inicios de diciembre el matrimonio de parejas del mismo sexo, un hito para Chile, que durante mucho tiempo ha tenido una reputación conservadora incluso en comparación con sus pares latinoamericanos profundamente católicos.

Pero las protestas callejeras que surgieron del estallido social a menudo derivaban en enfrentamientos con la policía, disturbios y saqueos, lo que sirvió como un grito de guerra para muchos chilenos hartos de la violencia que se refugiaron en la figura de Kast con su discurso de ley y orden.

Pero las personas entrevistadas por Reuters dijeron que seguirían marchando por las calles para mantener la presión.

«Nuestros avances han sido con base en la lucha de masas, a ocupar los espacios públicos, la movilización activa», dijo Pamela Valenzuela, vocera de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo (CF8M).

«Tenemos claro que vamos a seguir movilizando desde una posición de autonomía».

Los cientos de miles de mujeres chilenas que salieron a las calles en los últimos años fueron clave para presionar por leyes contra los femicidios, que despenalicen el aborto y den a las mujeres el mismo protagonismo en la redacción de la nueva carta magna.

ABORTO LIBRE, LEGAL Y SEGURO

Chile en 2017 legalizó el aborto solo en tres casos: para mujeres en riesgo vital, inviabilidad del feto y embarazo como resultado de una violación.

Pero los esfuerzos para ampliar el acceso al aborto se han vuelto cuesta arriba y en noviembre la Cámara Baja rechazó un proyecto de ley que proponía legalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas de gestación.

«El presidente electo en su programa lo tiene expresamente así dicho: aborto libre, legal, seguro y gratuito (…) lo que ha sido nuestra consigna feminista durante décadas», dijo la activista de derechos reproductivos Gloria Maira.

Aun de esta manera, a pesar de algunas de las promesas de Boric sobre perseguir cambios radicales, impulsar políticas más polémicas podría resultar difícil con el Congreso dividido equitativamente entre facciones políticas tras las elecciones legislativas de noviembre.

«El gobierno del presidente Boric no va a ser un gobierno fácil», añadió.

UN MIEMBRO DE GABINETE LGBTQ: UN SÍMBOLO DEL FUTURO DE CHILE

Durante la campaña, Boric dijo que los chilenos que habían enfrentado discriminación serían «protagonistas» de su gobierno.

El activista por los derechos de los homosexuales Víctor Hugo Robles dijo que permanecer en silencio y ‘en el armario’ ya no era una opción y que esperaba acciones y pasos concretos del nuevo gobierno.

«¿Tendremos, por ejemplo, una ministra homosexual en el gabinete del presidente Boric? ¿Tendremos una ministra lesbiana, una persona trans?», preguntó Robles.

«Son gestos, son luces de cambio, son luces de libertad, son luces de revolución en el Chile de hoy y en el Chile del futuro».