Audios obtenidos por Punto Final revelan coordinaciones entre González, fiscales y el círculo presidencial con el objetivo de obstaculizar investigaciones de corrupción.
Un edificio en la calle Simón Condori, en el distrito de Pueblo Libre, fue testigo de reuniones clandestinas que involucraron a altos funcionarios, fiscales supremos y agentes de inteligencia.
El coronel Martín González Sánchez, conocido como «Conejo» en los círculos de inteligencia policial, estableció vínculos con el gobierno de Pedro Castillo y también con el de Dina Boluarte. Audios obtenidos por Punto Final revelan coordinaciones entre González, fiscales y el círculo presidencial con el objetivo de obstaculizar investigaciones de corrupción.
Uno de los momentos clave fue una reunión organizada por la empresaria Karelim López, donde González y el abogado Óscar Nieves ofrecieron limpiar el nombre de Bruno Pacheco, involucrado en una investigación fiscal. El precio: 100 mil dólares. Ante la falta de fondos, Nieves buscó influir en la investigación, incluso contactando a fiscales implicados.
Los testimonios apuntan a una red de tráfico de influencias que se extendía hasta lo más alto del gobierno. Nieves, vinculado a investigaciones mediáticas y casos de alto perfil, tenía acceso privilegiado a información confidencial, obtenida a través de fiscales supremos como Marco Huamán.
El alcance de esta red era tal que incluso se buscaba afectar investigaciones que implicaban a familiares de Castillo. González y Nieves intentaron influir en investigaciones contra el hermano de la presidenta, y se sospecha que buscaban abrir expedientes falsos para desestabilizar al equipo dirigido por la fiscal Marita Barreto.
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