La amoxicilina se compró a 0.41 céntimos cada una en el 2023; sin embargo, este año la región Callao la compró a S/ 1.06, encareciendo el producto hasta en un 158%. ¿Por qué? Esto fue lo que pasó.
Los peruanos están viviendo una de las peores crisis por la falta de medicamentos e insumos médicos en los hospitales nacionales. Punto Final revela detalles sobre esta problemática, así como algunas mentiras relacionadas a Farmaminsa, una promesa que se vendió como la solución a la escasez.
Liz Mendoza, mamá de Kaori Milagros, internó a su hija en el hospital Sergio Bernales de Collique, en Comas. Pensó que la ley del aseguramiento universal, el SIS, que protege a todos los peruanos que no tienen un seguro particular, financiaría el tratamiento de su hija; sin embargo, no fue así. Liz gastó todos sus ahorros y vendió polladas para comprar los medicamentos que le pedían para enfrentar la enfermedad de la niña de sus ojos.
El Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud, Cenares, tiene que ver en este problema. Este organismo público encargado de comprar por volumen medicamentos e insumos médicos continúa recibiendo en este 2024 remanente de compras realizadas en el 2023. ¿Qué pasó con las compras de este año?
Este problema ha generado que cada hospital compre sus propios medicamentos, descartando la compra corporativa y cambiando las reglas del juego. Los laboratorios pasaron de tener un cliente, que compraba grandes volúmenes de medicinas e insumos, a tener 222 clientes. Esto evidentemente encareció los precios de una manera exorbitante.
En un cuadro se toman dos de los principales medicamentos de uso popular como ejemplos del fuerte impacto de delegar la compra directa de los hospitales y no hacerlo a través de Cenares. Comparemos.
La amoxicilina se compró a 0.41 céntimos de sol cada una en el 2023; sin embargo, este año la región Callao la compró a S/ 1.06, Ancash a 0.90 céntimos y Cusco a 0.53. Encareciendo el producto hasta en un 158%. Además, el paracetamol que todos conocemos se compró a 2.65 soles cada uno en el 2023, pero este año, Callao lo compró a S/ 5.21 y Tumbes a S/ 3.36 encareciendo el producto hasta en un 96%.
Era una mujer diabética de 60 años. Su madre estuvo internada en el hospital Cayetano Heredia, le amputaron una pierna y después de algunos meses la tuvieron que intervenir nuevamente. Su hija asegura que gastó más de S/ 2.000 en medicamentos que debió haber cubierto el SIS a través de las farmacias del hospital.
El Gobierno ha propuesto la creación de Farmaminsa como una solución para acabar con el desabastecimiento. Una especie de farmacias populares que vendan los medicamentos a un precio mucho menor al normal; sin embargo, esta propuesta ¿es realmente una solución?
Lo cierto es que una mala gestión ha perdido el poder de negociación, de encontrar mejores precios, de conseguir medicamentos buenos y, baratos, pero sobre todo ha empujado a la gente a realizar polladas y préstamos para costear las costosas recetas médicas. En otros casos, los ha sumido en la desesperación ante la falta de medicamentos y aferrarse a la fe para recuperar la salud.
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