El fiscal José Rivera, que lidera la investigación, confirmó que el número de impactos fue alarmante, siendo preliminarmente alrededor de 14.
Kevin Valverde, de 33 años, fue asesinado de 14 balazos delante de su pareja y amigos cuando departía unas cervezas en una reunión familiar en la casa de su abuelo en el Asentamiento Humano Los Pinos, Santa Maria, en Huacho.
Todo trascurría con normalidad hasta que Kevin recibió una llamada que lo llevó a salir al exterior. Sin poder imaginar la fatalidad que le esperaba, al encontrarse con dos sujetos, quienes dispararon más 14 balazos.
Los testigos presentes, incluidos sus amigos y su pareja, fueron alcanzados por algunos de los proyectiles, lo que generó una atmósfera de caos. Al escuchar los tiros, el serenazgo llegó rápidamente para auxiliar a los heridos y trasladarlos al hospital, mientras el cuerpo de Kevin yacía en la vereda, cubierto por los casquillos de las balas.
Los peritos que acudieron al lugar del crimen trabajaron minuciosamente, recogiendo evidencias y casquillos dispersos por el suelo. El fiscal José Rivera, que lidera la investigación, confirmó que el número de impactos fue alarmante, siendo preliminarmente alrededor de 14, aunque la cantidad exacta será determinada en la necropsia.
El abuelo de Kevin recordó con tristeza los momentos previos a la tragedia, describiendo la alegría del encuentro familiar antes de que todo se convirtiera en un oscuro relato.
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