Los mejores remedios caseros para el síndrome de piernas inquietas

Si la necesidad irresistible de mover las piernas, el síntoma principal del síndrome de piernas inquietas (SPI), te ha mantenido despierto por las noches, es probable que hayas buscado formas de encontrar alivio.

La necesidad de alivio es importante, no sólo por la incomodidad, sino porque puede alterar gravemente el sueño y provocar otros problemas. Si bien puede ser difícil conseguir un alivio total, existen remedios caseros que pueden ayudarte a aliviar esos síntomas.

¿QUÉ CAUSA EL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

Según el Dr. Joseph Andrew Berkowski, el síndrome de piernas inquietas es principalmente un problema de sensación en el cerebro, no en las piernas. Pero esos problemas sí afectan los músculos y nervios de las piernas. «No es 100% un problema cerebral, pero sí causa sensaciones anormales en el área de las piernas», dice.

Si bien existen algunas causas potenciales, el Dr. Berkowski señala dos causas principales:

Genética. Si bien no se comprenden completamente los componentes genéticos que causan el SPI, los estudios indican que ciertos genes elevan el riesgo de padecerlo. Además, los estudios han demostrado que las personas con SPI tienen una alta probabilidad de tener un familiar de primer grado que también tenga esta afección.

Deficiencia de hierro. «Los niveles bajos de hierro pueden afectar la forma en que el cerebro procesa las sensaciones que conducen a esos síntomas del SPI y los niveles de hierro disminuyen durante la noche, lo cual es una de las razones por las que el SPI empeora durante la noche», dice el Dr. Berkowski.

Ciertos medicamentos recetados pueden aliviar los síntomas del SPI, incluidos los medicamentos anticonvulsivos. Pero también hay varias cosas que puedes hacer en casa para ayudar a aliviar estos síntomas.

REMEDIOS CASEROS PARA EL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

En su mayor parte, muchos de los remedios caseros para aliviar los síntomas del SPI son fáciles e indoloros y no requieren receta médica ni visita al médico. Aun así, si los síntomas son graves o persisten, es algo sobre lo que debes consultar con tu médico.

1. Las compresiones cálidas (o frías) pueden ser relajantes.

Las almohadillas calientes o frías, que a menudo se usan para aliviar la hinchazón causada por lesiones y otras afecciones, tienen una larga historia como remedio casero. El Dr. Berkowski dice que pueden ser efectivos al crear una nueva sensación para que el cerebro la procese, reduciendo la sensación incómoda producida por el síndrome de piernas inquietas.

Puedes comprar una compresa fría o tibia económica en una tienda, pero la forma más sencilla de hacerla es remojar la tela en agua fría o tibia y colocarla sobre tu piel.

2. Baño o ducha caliente.

Si las compresiones no son lo tuyo, un baño o una ducha caliente también pueden ayudar a aliviar los síntomas, dice el Dr. Berkowski. Debido a que el problema con el SPI es cómo se origina en el cerebro, el factor clave es distraer esos impulsos que provienen del cerebro. «Si puedes estimular tus piernas, eso puede ayudar a cerrar el circuito de retroalimentación al cerebro», dice.

Un baño o una ducha caliente proporciona dos niveles de alivio, añade. “El agua caliente abre los vasos sanguíneos y ayuda a la circulación. Pero cuando sales de la ducha, te golpea una ola de aire frío que reduce la temperatura corporal central y puede ayudarte a conciliar el sueño”.

3. Incorpora más hierro a tu dieta.

Usar tu dieta para corregir de manera segura cualquier deficiencia de hierro puede ayudar a aliviar los síntomas del SPI. El problema, dice el Dr. Berkowski, es saber cuáles son tus niveles de hierro. Los suplementos de hierro son, sin duda, una forma de aumentar esos niveles, pero deberás asegurarte de consultar con tu médico al respecto. «Si los niveles de hierro ya son normales o incluso demasiado altos, más hierro no ayudará a obtener esos beneficios», añade.

Sin embargo, si tienes deficiencia de hierro, existen muchas formas saludables de obtener hierro a través de tu dieta. «Comer carne roja realmente puede aumentar los niveles de hierro y, si eres vegetariano, comer tofu, legumbres, lentejas y espinacas es una forma de obtener ese hierro», asegura el Dr. Berkowski. Otros alimentos ricos en hierro son los huevos, el pescado y los frutos secos, como las almendras.

5. Evítalos antes de acostarte.

Cuando se trata de qué no consumir, el Dr. Berkowski enumera las cuatro cosas que debes evitar para ayudar a aliviar los síntomas del SPI: nicotina, alcohol, azúcar y cafeína. «Se sabe que todos estos productos desencadenan los síntomas del SPI», dice el Dr. Berkowski.

Además, si tienes alergia al trigo o a los lácteos, pero aún consumes esos productos, eso también podría ser una fuente de problemas. «Las alergias a los lácteos pueden causar inflamación que, a su vez, causa problemas con la absorción de hierro, así que es algo a tener en cuenta», dice el Dr. Berkowski.

6. Ejercicio (dentro de lo razonable).

Dado que el SPI es una afección que implica la necesidad de mover las piernas, una forma de aliviar esos impulsos es mover las piernas. «Una caminata de leve a moderada al final de la noche puede hacer mucho para aliviar esos síntomas y las personas que están activas durante todo el día, en lugar de ser sedentarias, también parecen tener una reducción de los síntomas», dice el Dr. Berkowski.

Sin embargo, este enfoque plantea algunas cuestiones paradójicas. Si eres demasiado activo por la noche, podrías terminar despertando más tu cuerpo cuando necesites relajarte. Así que mantén tu objetivo en ese punto óptimo de movimiento suficiente para aliviar tus síntomas, pero nada demasiado pesado.

Además, ten cuidado si estás muy activo durante el día. «Las personas que hacen ejercicio vigoroso durante el día, como un largo paseo en bicicleta o una carrera particularmente larga (incluido el entrenamiento de maratón), pueden potencialmente desencadenar esos síntomas», señala el Dr. Berkowski.

EMBARAZO Y SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

El síndrome de piernas inquietas afecta a entre el 20% y 30% de las personas embarazadas. Una causa principal es, como es de esperar, la deficiencia de hierro. El hierro es una parte esencial de la nutrición durante el embarazo debido al mayor riesgo de desarrollar anemia por deficiencia de hierro.

Entonces, trabajar con tu médico para asegurarte de mantener altos tus niveles de hierro, así como de otras vitaminas esenciales, puede ayudarte a aliviar estos síntomas.

Además, siempre que tu salud lo permita y tu médico le dé luz verde, el ejercicio ligero también ayuda, ya sean caminatas, ejercicios aeróbicos u otros tipos de ejercicios de la parte inferior del cuerpo que ayudan a mantener esos músculos estimulados.

La buena noticia, dice el Dr. Berkowski, es que, si el SPI no era un problema para ti antes del embarazo, es probable que eventualmente desaparezca unos meses después de que termine el embarazo.

¿CUÁNDO BUSCAR AYUDA?

Por supuesto, los remedios caseros tienen sus límites. Si estas ideas no funcionan para ti, no dudes en buscar el consejo de un experto en sueño.

No todas las personas con piernas inquietas necesitan consultar a un médico, pero los casos graves pueden ser debilitantes. «Algunas personas se sienten muy desesperadas e impotentes», dice el Dr. Berkowski, ya que la falta de sueño puede causar depresión y ansiedad.

Él recomienda consultar a un médico si alguna de las siguientes situaciones ocurre:

• Si las dificultades para conciliar o permanecer dormido hacen que te sientas somnoliento o sin aliento.
• Si tu sueño se ve interrumpido al menos dos o tres veces por semana.