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Estos tiempos de postpandemia están marcados por el estrés, por el deseo de priorizar el bienestar físico y mental. Con dolor en muchos casos, se aprendió que -como dice una popular figura de la cultura popular peruana- es mejor vivir la vida antes de que la vida nos viva. En este contexto, la calidad del sueño ha sido afectada significativamente.

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El estrés, la ansiedad y la sobrecarga de trabajo han dejado a muchas personas exhaustas y con dificultades para dormir. A veces, ni siquiera somos conscientes de que estamos durmiendo mal, pero nuestro cuerpo nos da señales durante el día.

Aquí te presentamos consejos prácticos y comprobados para mejorar la calidad de tu sueño:

1. Exposición a la luz brillante durante el día: La luz natural o la luz artificial brillante durante el día ayudan a mantener saludable tu ritmo circadiano. Esto mejora la energía diurna y la calidad y duración del sueño nocturno. Si tienes insomnio, la exposición a la luz brillante durante el día puede ser especialmente beneficiosa.
   
2. Reduce la exposición a la luz azul por la noche: La luz nocturna afecta negativamente tu ritmo circadiano, engañando a tu cerebro para que piense que aún es de día. La luz azul emitida por dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes y computadoras es especialmente perjudicial.
   
3. Para reducir la exposición a la luz azul:
   • Usa lentes o gafas que bloqueen la luz azul.
   • Instala aplicaciones que bloqueen la luz azul en tu teléfono inteligente.
     
4. Crea un ambiente propicio para dormir:
   • Utiliza cortinas oscuras, tapones para los oídos o un ventilador para crear un entorno que se adapte a tus necesidades.
   • Realiza actividades relajantes antes de acostarte, como tomar un baño o practicar técnicas de relajación.
     
5. Cuida tu higiene del sueño:
   • Invierte en un buen colchón y ropa de cama.
   • Mantén una temperatura de 18 a 20 grados Celsius en la habitación.
   • Establece una rutina de sueño, despertándote a la misma hora todos los días.
   • Limita las siestas a unos 20 minutos.
   • Relájate durante 30 minutos antes de acostarte.
     
6. Pequeños gestos que ayudan:
   • Toma una taza de té de menta (relajante).Date una ducha caliente.
   • Ponte pijamas cómodos.
   • Realiza estiramientos ligeros.
   • Lee unas páginas de un libro.
   • Escucha una meditación para dormir.

Mejorar la calidad de tu sueño implica prestar atención a los detalles y adoptar un enfoque integral. Desde ajustar tu entorno para dormir hasta establecer una rutina relajante antes de acostarte, los pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en tu capacidad para conciliar el sueño y mantenerlo durante toda la noche. No subestimes el poder de una buena noche de descanso y sé proactivo al realizar los ajustes necesarios para despertarte cada mañana renovado y listo para enfrentar el día que te espera. Un día sin estrés ni ansiedad.