La actividad física regular puede ser un ‘antídoto’ contra el sedentarismo. Un estudio publicado en la revista científica JAMA asociaba la reducción del riesgo de desarrollar demencia a dar 9800 pasos al día.
La vida moderna a menudo nos empuja a un estilo de vida sedentario. Pasamos horas sentados frente a la computadora, en el sofá o conduciendo. Sin embargo, un estudio reciente ha revelado que este comportamiento sedentario puede aumentar el riesgo de desarrollar demencia.
La demencia es una síndrome que incluye varias alteraciones cognitivas, que pueden afectar la memoria, la atención, la capacidad de evaluar problemas o incluso alterar la capacidad de orientación en determinados ambientes. La principal causa de demencia sigue siendo la enfermedad de Alzheimer.
El estudio, liderado por la Universidad de California del Sur (Estados Unidos), analizó los datos de más de 50 mil adultos mayores de 60 años. Los resultados mostraron que cuanto más tiempo se mantiene un comportamiento sedentario, mayor es el riesgo de desarrollar demencia. Este riesgo aumenta especialmente cuando el sedentarismo supera las diez horas al día.
Pero no todo son malas noticias. La actividad física regular puede ser un “antídoto” contra el sedentarismo. Un estudio publicado en la revista científica JAMA asociaba la reducción del riesgo de desarrollar demencia a dar 9800 pasos al día.
A continuación, te presentamos una lista con 5 formas sencillas para incorporar más actividad física en tu día a día:
Recuerda, cada paso cuenta. Incluso pequeños cambios pueden tener un gran impacto en tu salud a largo plazo.
La demencia puede ser una condición devastadora, tanto para quienes la padecen como para sus seres queridos. Pero con cambios simples en nuestro estilo de vida, podemos tomar medidas para proteger nuestra salud cerebral. Así que levántate y muévete. Tu cerebro te lo agradecerá.
Los síntomas cognitivos y sensoriales de la demencia incluyen pérdidas de memoria, dificultad en la comunicación, capacidad reducida para organizar, planificar, razonar o resolver problemas, dificultad para realizar tareas complejas, confusión y desorientación, dificultad con la coordinación y las funciones motoras, pérdida o reducción de la percepción visual.
Además, se pueden presentar cambios psicológicos como cambios en la personalidad y el comportamiento, depresión, ansiedad, alucinaciones, cambios de humor, agitación y apatía.
En el Perú, la situación de la demencia es preocupante. Según datos del Ministerio de Salud de Perú, esta enfermedad se encuentra entre las primeras causas de cantidad de años de vida saludables perdidos, produciendo pérdidas de 29.8 años por mil habitantes y afecta a entre el 5% y el 8% de personas de más de 65 años de edad.
Se estima que unas 300 mil personas sufren de algún tipo de demencia en el país, siendo cerca del 70% pacientes con Alzheimer. La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia de los adultos mayores e impacta significativamente no solo en quienes la padecen, sino también en familias, cuidadores y la comunidad.
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