Estos son los países que ya celebran el Año Nuevo 2025

La celebración del Año Nuevo es un evento que, debido a los husos horarios, se desarrolla a lo largo de un periodo de 24 horas. Mientras algunas partes del mundo ya disfrutan del 2025 con fuegos artificiales y festejos, otras aún se encuentran en el cierre del 31 de diciembre.

ESTE ES EL PRIMER PAÍS EN CELEBRAR EL AÑO NUEVO

Kiribati, con su Isla de Kiritimati o Isla de la Navidad, tiene el honor de ser el primer país del mundo en recibir el Año Nuevo. Ubicado estratégicamente en el Pacífico central y al este de la Línea Internacional de Cambio de Fecha, este archipiélago inicia las celebraciones globales. A Kiribati le sigue Samoa, que en 2011 ajustó su posición en la línea temporal para alinearse con sus principales socios comerciales en Asia y Oceanía, asegurando así un lugar destacado en estas festividades.

Entre los primeros en dar la bienvenida al 2025 también se encuentran Tonga, Nueva Zelanda (especialmente las Islas Chatham, que reciben el Año Nuevo antes que el resto del país), y Fiyi. En Australia, la Isla Norfolk es la primera en cruzar a la medianoche, seguida de las icónicas celebraciones en Sídney, conocidas mundialmente por sus espectaculares fuegos artificiales sobre el puerto. Papúa Nueva Guinea y Japón completan esta lista con sus tradiciones únicas.

ESTOS SON LOS ÚLTIMOS PAÍSES EN CELEBRAR EL AÑO NUEVO

Por otro lado, las Islas Howland y Baker, territorios deshabitados de Estados Unidos, son los últimos puntos del planeta en recibir el Año Nuevo. Entre las regiones habitadas, Samoa Americana es la última en celebrar, con un desfase de 24 horas respecto a Samoa, pese a estar a solo 2.000 kilómetros de distancia. Este contraste resalta cómo la Línea Internacional de Cambio de Fecha afecta la transición entre los años.

Otros lugares que se encuentran entre los últimos en recibir el 2025 incluyen Hawái, Tahití, las Islas Cook y Alaska. Cada una de estas regiones aprovecha sus últimos momentos del 2024 antes de unirse al resto del mundo en las celebraciones. Este fenómeno convierte al Año Nuevo en un evento único, en el que cada región celebra según su propio tiempo, pero con un espíritu global compartido.

Con este ciclo que inicia en Kiribati y finaliza en Samoa Americana, el mundo da la vuelta completa en 24 horas de festejos.

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