Con el paso del tiempo, la inteligencia artificial (IA) ha sido tomada como un arma para cometer delitos a usuarios en el Perú. Revisa aquí la lista de estafas más recurrentes que ocurren en nuestro país.
La inteligencia artificial (IA) ha sido una de las innovaciones más significativas de nuestra era, transformando diversas áreas de la vida moderna. Sin embargo, lamentablemente, también ha abierto la puerta a nuevas y sofisticadas formas de estafa que afectan a personas de todas las edades y contextos socioeconómicos. En particular, los estafadores han encontrado en la IA una herramienta poderosa para perpetrar engaños cada vez más elaborados, y las personas mayores, debido a su menor familiaridad con la tecnología, son un blanco especialmente vulnerable.
Una de las estafas más preocupantes es la falsificación de voz. Mediante el uso de software de IA avanzado, los estafadores pueden recrear de manera sorprendentemente precisa la voz de personas conocidas, como familiares o representantes de empresas. Utilizando estas falsificaciones, persuaden a las víctimas para que divulguen información personal o realicen transferencias de dinero, aprovechándose de la confianza que generan las voces familiares o autorizadas.
La suplantación de identidad es otra táctica común en la que la IA desempeña un papel crucial. Los estafadores pueden utilizar la tecnología para imitar a figuras de autoridad, como funcionarios gubernamentales o ejecutivos corporativos, con el fin de obtener información confidencial o financiera de sus víctimas. Esta forma de engaño se aprovecha de la credibilidad que se otorga a las personas en posiciones de poder o responsabilidad.
Además, el avance de modelos de IA como WormGPT ha facilitado la creación de contenido falso a gran escala. Los estafadores utilizan esta tecnología para generar noticias falsas, publicaciones en redes sociales y correos electrónicos fraudulentos, contribuyendo a la propagación de desinformación y engaño en línea.
Las videollamadas también se han convertido en un terreno fértil para la estafa mediante el uso de deepfakes, videos manipulados que pueden hacer que una persona parezca estar diciendo o haciendo algo que en realidad no ha hecho. Los estafadores aprovechan esta tecnología para crear situaciones engañosas en las videollamadas, con el objetivo de obtener información personal o financiera de las víctimas.
Por último, el phishing, una táctica bien conocida en la que los estafadores intentan obtener información confidencial a través de correos electrónicos o mensajes de texto fraudulentos, se ha visto potenciado por la IA. Gracias a algoritmos inteligentes, los estafadores pueden personalizar estos mensajes de manera más convincente, haciéndolos aún más difíciles de detectar para las personas menos experimentadas en tecnología.
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