Estos son los malos hábitos que tienes que dejar para no afectar tus riñones

Tener los riñones sanos es fundamental para la salud de cada persona, pues los riñones son órganos vitales que desempeñan un papel crucial en la eliminación de toxinas y desechos del cuerpo, por lo que mantener buenos hábitos es importante para prevenir enfermedades renales.

En esta nota de Latina Noticias, te informaremos sobre los buenos hábitos que debe tener una persona para cuidar la salud de sus riñones y qué cosas se deben dejar de hacer. Aquí te dejaremos un listado de todos los pasos que debes de seguir para mantener una buena salud.

MALOS HÁBITOS QUE DEBES DEJAR PARA TENER RIÑONES SALUDABLES

• No consumir agua suficiente

No tomar la suficiente cantidad de agua, esto es uno de los principales factores que pueden afectar la salud de los riñones. La falta de hidratación adecuada puede contribuir al desarrollo de cálculos renales y dificultar la eliminación de desechos del cuerpo. Por lo tanto, es esencial mantenerse hidratado y consumir la cantidad recomendada de agua diariamente.

• Consumo excesivo de sal

El consumo excesivo de sal solo ayudará a elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica. Es por ello que los especialistas recomiendan reducir la ingesta de alimentos procesados ​​y sal agregada para proteger la salud de los riñones.

• Consumo excesivo de alcohol

Consumir alcohol en exceso, finalmente puede provocar enfermedad renal ya que afectará la filtración de toxinas y líquidos en los riñones. Por ello es importante moderar o evitar el consumo de alcohol para proteger la salud renal.

• Consumo de tabaco

Es un factor de riesgo para enfermedades renales, pues el humo del cigarrillo contiene sustancias tóxicas que pueden dañar los vasos sanguíneos y afectar la función renal. Además, el tabaquismo se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica y disminución de la función renal a largo plazo.

• Mantener el nivel de azúcar en la sangre

Es importante mantener un control sobre la presión arterial y el nivel de azúcar en la sangre para proteger la salud de los riñones, pues la hipertensión arterial y la diabetes no controladas son dos de las principales causas de enfermedad renal crónica.