Más de 40 personas invirtieron sus ahorros en el proyecto inmobiliario "Centro Empresarial Primavera 320" en Chacarilla, Lima, confiando en la empresa Inmobiliaria Britania SAC.
Un grupo de más de 40 personas invirtieron sus ahorros en un proyecto inmobiliario en Chacarilla, Lima, confiando en los antecedentes exitosos de la empresa Inmobiliaria Britania SAC. Los compradores adquirieron oficinas en el proyecto «Centro Empresarial Primavera 320» que debía estar ubicado en la cuadra tres de la Av. Primavera en Santiago de Surco. Sin embargo, tras cinco años, se encuentran con un edificio abandonado y a medio construir.
El proyecto, que inició ventas y promoción en 2019, incluía la construcción de un edificio de 13 pisos más azotea, con áreas comunes, locales comerciales en los dos primeros pisos, y oficinas administrativas en los pisos superiores, además de ocho sótanos de estacionamientos. Se estima que los compradores desembolsaron un total de 4.5 millones de dólares a la empresa constructora.
La construcción comenzó en agosto de 2019, pero se paralizó en abril de 2020 debido a la pandemia. Aunque se reinició posteriormente, sufrió múltiples interrupciones. Los representantes de la empresa, Gastón Briceño y su hijo Diego Briceño, aseguraron a los compradores que las paralizaciones eran transitorias y que las obras se reanudarían pronto, lo cual no ocurrió de manera sostenida.
En diciembre de 2021, la empresa constituyó un fideicomiso con Corfid Corporación Fiduciaria S.A.C., transfiriendo el proyecto para proteger la inversión. Sin embargo, los compradores no fueron incluidos como beneficiarios del fideicomiso, quedando desprotegidos. Además, se reveló que Gastón Briceño transfirió el proyecto para beneficiar a dos acreedores que le prestaron aproximadamente 1 millón de dólares.
En abril de 2022, los compradores descubrieron que Inmobiliaria Britania había ingresado a un procedimiento concursal de liquidación ante Indecopi, con una deuda de aproximadamente 14 millones de dólares. La empresa fue declarada en liquidación, y los compradores temen que el proyecto sea vendido a un precio reducido, lo que no cubriría sus acreencias.
Los compradores, algunos de los cuales son personas mayores que invirtieron todos sus ahorros, se sienten desamparados y engañados. Intentaron contactar a Gastón Briceño y Diego Briceño para obtener respuestas y soluciones, pero no recibieron respuestas satisfactorias. Diego Briceño, quien es gerente de transacciones en Cushman & Wakefield Perú, no contestó las llamadas ni los mensajes.
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