El empresario salvó de morir tras ser impactado 5 veces en las piernas y brazos.
El dueño de una pollería fue baleado por defender a uno de sus comensales, un niño, mientras se efectuaba un robo en su local, ubicado en San Juan de Lurigancho. Ahora, su estado de salud es delicado y corre el riesgo de no volver a caminar.
Ismael Quispe, de 48 años, salvó de morir tras ser impactado 5 veces en las piernas y brazos por las balas de los delincuentes. Ahora permanece postrado en una cama del Hospital Dos de Mayo.
La señora Delia, que el día de la balacera abrazó a su esposo herido sobre el piso de su establecimiento, logró ver la huida de los delincuentes que dejaron a Ismael Quispe internado, bajo el riesgo de no volver a caminar.
“Mi esposo quiso resistirse al robo, forcejearon y lamentablemente ha sido herido. La vecina me dice que el ladrón apuntó contra el niño, le quitó el celular y ahí pasó todo esto. Escuché como 5 o 6 disparos. En mi desesperación salí y vi a los delincuentes. Eran 2 en moto lineal, los vi guardar su arma”, comentó.
Los delincuentes, además de herir al padre de familia de 48 años, lograron robar los celulares de los clientes y S/ 150, que eran la ganancia del día en la pollería.
“Prácticamente ha perdido un pulmón. Mi esposo no mueve el pie y me dicen que con terapia va a volver a caminar. También tiene fracturado el brazo y me dice que en estos días lo van a operar. Ahora viene lo más difícil: las terapias. Mi esposo seguramente va a estar un buen tiempo sin trabajar”.
Esta madre que por ahora deberá sustentar sola a sus cuatro hijos, entre ellos un menor de tan solo 2 años, clama a las autoridades por justicia. «Que hagan algo para que pare esta delincuencia, para que por S/ 100 no te maten», concluyó.
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