Las localidades más expuestas en Lima son Chosica y Cieneguilla, sin embargo, estas zonas aún no tienen una totalidad de prevención ante dicho fenómeno.
La llegada del Fenómeno El Niño al Perú y sobre todo a Lima se dará en las próximas semanas y las zonas que están expuestas ante los desastres que pueden llegar son Cieneguilla y Chosica. A un extremo vemos terrenos de más de 1000 metros cuadrados donde se construyeron enormes casonas de tres dormitorios, cuatro baños, estacionamientos, piscina y jardín, incluso ahí tenía su casa de campo un ex presidente. Una sola de estas viviendas, supera el medio millón de dólares.
Por otro lado, cientos de casas pegadas una tras otra. Algunas son de material noble, otras con techos de esteras, algunas de varios pisos, otras de apenas uno en un espacio de 60 metros cuadrados. Aquí las viviendas se han devaluado y en algunas zonas cuestan menos de 70 mil dólares, otras incluso, lucen abandonadas.
Aunque ambos lugares parecen ser de realidades distintas, comparten un factor en común: sus habitantes decidieron desafiar a la naturaleza y asentar sus construcciones sobre quebradas, cauces y cuencas que, este año, -el más caliente de la historia-, amenazan con activarse y provocar un huaico destructor de todo lo que encuentre a su paso.
Chosica tiene 350 mil habitantes, un porcentaje importante de esos vecinos está asentado en medio de quebradas. 21 se activaron en los últimos huaicos, más de 9 mil familias serían las primeras afectadas ante la inminente llegada de El Niño, quisimos empezar el recorrido preguntándole a la autoridad local qué trabajos de prevención se han realizado en esta zona, donde se sabe que un huaico pasaría.
El alcalde de Lurigancho/Chosica, Oswaldo Vargas indica que hasta el momento, solo se ha avanzado el 10% de trabajos de prevención. «Hemos elaborado fichas técnicas para descolmatar. Estamos entregando sacos terreros y formando brigadas de acción», explicó.
La municipalidad de Lurigancho-Chosica cuenta con un presupuesto de 22 millones de soles para proyectos de inversión pública; sin embargo, destinó apenas un millón trescientos mil soles para trabajos de prevención y gestión de riesgos, esto se ha traducido en muros de contención debilitados, pircas inestables y mallas geodinámicas repletas de toneladas de piedras que no han sido limpiadas desde el último desastre
En Cieneguilla, la situación es distinta, los propietarios han autofinanciado los trabajos de prevención, con su presupuesto han contratado maquinaria y han construido una especie de barreras para prevenir inundaciones; sin embargo, también han ido invadiendo cada vez más los cauces de los ríos y el peligro es igual de inminente que en Chosica.
“En esta, la quebrada tinajas, hay una serie de urbanizaciones que pagan sus impuestos, tienen un costo muchísimo más alto de lo que hemos visto en Quirio, pero tienen el mismo peligro porque también están en una quebrada», explicó Giuliano Ardito, experto en gestión de desastres.
Algunas municipalidades como la de Lima, vienen realizando trabajos de prevención en las riberas de Chillón y Lurín; sin embargo, el niño más terrible de todos viene acelerado, mucho más que la reacción pasiva de algunas autoridades.
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