Entre escaleras y rocas en los cerros, una joven psicóloga enseña a los más pequeños, el poder de la lectura.
Juegos didácticos, trabalenguas y poesías. Así, más de 30 niños de las zonas altas de San Hilarión, en San Juan de Lurigancho, descubren el poder de las palabras. Todo gracias a Naiara Ramírez, una joven psicóloga que lleva libros y esperanza para ellos con su proyecto «Biblioteca infantil en salida».
En ese entonces, Naiara era universitaria, vio que muchos de sus vecinos no tenían la posibilidad de seguir estudiando y decidió crear una biblioteca completamente diferente.
«En el logo tenemos un librito caminando, ya que nuestra biblioteca se acerca a los niños. Ellos no tienen que bajar a buscar este servicio», señala la impulsora de esta biblioteca.
Es así como funciona: dos veces por semana, se inicia un recorrido desde las 10 de la mañana. Algunos niños llegan al inicio y otros se van sumando en el camino. Además, otros voluntarios acompañan con libros, plumones y carteles, con el fin de hacer de la lectura, una experiencia mucho más dinámica.
Pero esta biblioteca infantil no solo enseña a los niños a leer, sino también a reconocer y defender sus derechos. «Uno de los mayores desafíos para mí es subir tanto. Obviamente te cansas y, por otro lado, tienes que leer con cercanía al niño, tratarlo como un igual. Eso es bastante importante y que no cualquiera que llega de primera lo sabe», declaró Naira.
En ese mismo lugar, se encuentra Teresa Pérez Huaripata, quien es una madre de familia que acompaña a sus hijos, desde hace dos años en estos recorridos. «Me parece muy bonito e interesante, ya que acá en la población vulnerable está alejado de apoyo, pero, gracias a la miss Paula por sus clases gratis han aprendido bastante mis hijos», señala.
Paula, la madre de Naiara, es quien dicta las clases del plan lector. «Nosotras somos como un equipo muy compacto. Micaela desde el derecho. Naiara desde la psicología y yo como maestra», nos cuenta Paula.
La «Biblioteca infantil en salida» fue reconocida por el Ministerio de Cultura y participa, desde 2023, en ferias organizadas por la Municipalidad de San Juan de Lurigancho. Sin embargo, Naiara pide al alcalde espacios dignos para que los niños puedan disfrutar de la lectura.
«Queremos un espacio digno para leer. Hemos solicitado a la Municipalidad de San Juan de Lurigancho una donación de árboles para que nos permita reforestar esos espacios para que la lectura sea más agradable», dice Naiara.
Este grupo de lectura de San Hilarión recibe los materiales a través de donaciones. Lo que más necesitan son cuentos, rimas, poesías y trabalenguas. El amor por la lectura supera obstáculos y estos niños lo demuestran.
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