La falta de armas, chalecos antibalas y equipos adecuados es un tema recurrente, y el gobierno ha ampliado los estados de emergencia en diversas regiones sin resultados concretos.
El Perú enfrenta una alarmante escalada de violencia con más de 100 muertes en lo que va del año, la cifra más alta de los últimos años. En los primeros 20 días del mes, 106 personas han perdido la vida debido a la criminalidad.
Esta tragedia se refleja en diversas zonas del país, y el reciente atentado ocurrido en Lima Norte, en el distrito de Carabayllo, es una muestra de la creciente violencia. La víctima, un mototaxista de 70 años llamado Demetrio Huamaní, fue asesinado por sicarios, quienes dejaron una nota intimidatoria dirigida a su empresa de transporte.
El atentado en Lima Norte, que tiene todas las señales de un ataque relacionado con extorsión, resalta el creciente temor entre los trabajadores del sector. En este caso, los extorsionadores parece que presionan a las empresas de mototaxis para que paguen «cupos», dejando claro que cualquier conductor puede ser la próxima víctima.
La situación de inseguridad ha generado una crítica generalizada hacia la falta de acción efectiva por parte de las autoridades. El ministro del Interior, que ha sido cuestionado por las cifras oficiales sobre homicidios, ha reconocido las deficiencias del sistema y la falta de recursos para la Policía Nacional del Perú (PNP).
La falta de armas, chalecos antibalas y equipos adecuados es un tema recurrente, y el gobierno ha ampliado los estados de emergencia en diversas regiones sin resultados concretos. «La ausencia de liderazgo es clamorosa», señaló el experto Víctor Quinteros, quien advirtió que la reacción del gobierno frente al crimen es reactiva, no estratégica.
Mientras tanto, casos como el asesinato del periodista Gastón Medina en Ica el 20 de enero reflejan la creciente violencia dirigida incluso a quienes denuncian la corrupción y los delitos. Medina, conocido por su postura crítica hacia el gobierno y la criminalidad en la región, fue atacado directamente por sicarios, lo que refuerza la percepción de que el Perú vive en un clima de miedo constante.
Te puede interesar:
También te puede interesar