Las autoridades han implementado medidas para mitigar los efectos del calor, incluyendo la apertura de más de 50 puntos de descanso e hidratación en espacios públicos.
Si pensabas que en Perú el calor es fuerte, en Brasil es insoportable. El 17 de febrero, Río de Janeiro registró su temperatura más alta en una década, alcanzando los 44 grados en el barrio de Guaratiba, según el sistema de medición municipal.
La ola de calor no solo afectó a esta ciudad, sino impactó a 44 ciudades brasileñas, donde las temperaturas no bajaron de los 30 grados durante la noche. Además, siete estados han sido declarados en alerta por condiciones extremas.
En las calles, el intenso calor ha modificado la rutina de la ciudad. Comerciantes y oficinistas buscan refugio en el aire acondicionado o en la sombra, mientras que las zonas comerciales lucen menos concurridas.
Las autoridades han implementado medidas para mitigar los efectos del calor, incluyendo la apertura de más de 50 puntos de descanso e hidratación en espacios públicos. Actualmente, la ciudad se encuentra en nivel de alerta 4, lo que implica temperaturas sostenidas entre 40 y 44 grados.
Si se alcanza el nivel 5, podrían suspenderse eventos al aire libre, incluyendo los desfiles del carnaval. El calor extremo en Río de Janeiro, aunque habitual en verano, ha alcanzado niveles sin precedentes, evidenciando los efectos combinados del cambio climático y la urbanización descontrolada.
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