Las fuerzas paramilitares han sido acusadas de disparar, golpear y amedrentar a los opositores al régimen.
Las calles en Venezuela se han convertido en escenarios de caos tras la proclamación de Nicolás Maduro como vencedor de las últimas elecciones presidenciales. El último domingo, el Consejo Nacional Electoral anunció la victoria de Maduro, desatando una ola de protestas en todo el país.
Las elecciones, realizadas el 28 de julio, dejaron al oficialismo de Maduro como ganador, mientras que la oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, denunció un fraude electoral masivo. La oposición, apoyada por gran parte de la comunidad internacional, no ha reconocido los resultados, argumentando que más del 70% de las actas de votación indican una victoria del representante del partido de María Corina Machado.
En respuesta a la proclamación de Maduro, miles de venezolanos han salido a las calles para manifestarse en diversas regiones del país. La situación se ha vuelto especialmente tensa en las últimas 24 horas, con enfrentamientos entre los manifestantes y el Ejército, que busca reprimir las marchas. Carteles electorales de Maduro han sido vandalizados, y al menos seis estatuas del exmandatario Hugo Chávez han sido derribadas.
De acuerdo a información de El Mundo, al menos siete personas han fallecido, «aunque varias más se encontraban bajo investigación». Las fuerzas paramilitares han sido acusadas de disparar, golpear y amedrentar a los opositores al régimen. Además, se han realizado 46 detenciones en distintas partes del país.
Nicolás Maduro ha acusado a la oposición de instigar las protestas y participar en actos criminales y terroristas, lo que podría llevar a la imputación de delitos contra la líder opositora María Corina Machado. La crisis política en Venezuela continúa escalando, con un país profundamente dividido y enfrentado en las calles.
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