Los ciudadanos hicieron un llamado a la empresa PetroPerú para que active las brigadas de contingencia para evitar un derrame mayor.
Un 15 de enero de 2022, el vertimiento de petróleo de la compañía española produjo un desastre ambiental en las costas de Lima y Callao.
La Dirección General de Capitanías y Guardacostas ha concluido una detallada investigación donde describe con precisión las negligencias e infracciones de dos marinos, la empresa dueña de la embarcación y la compañía Repsol.
OEFA tomó conocimiento de la denuncia y ya realiza las acciones para determinar las causas. Repsol negó tener responsabilidad en este nuevo desborde.
Pese a las advertencias del personal de serenazgo y los carteles que señalan que estos balnearios aún no están habilitados, algunas personas hacen caso omiso e ingresan al mar.
Este cierre obedece a una medida tomada por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), entidad que afirma que hasta el día de hoy no hay fecha para la reapertura de las playas.
Las comunidades nativas aún están a la espera de que la Presidencia del Consejo de Ministros pueda encontrar una solución a sus demandas.
El tránsito fluvial fue paralizado como protesta por el derrame de petróleo ocurrido el pasado 16 de setiembre. Los turistas, entre los que hay extranjeros y niños, claman por ayuda.
Sanciones contra la empresa española superan las 9.300 UIT por brindar información falsa sobre la cantidad de crudo derramado y por fallas en las acciones de limpieza.
La institución informó que esto se debe a un corte intencional de 21 cm a una tubería del kilómetro 42 del Oleoducto Norperuano y anunciaron la entrega de víveres y agua a las comunidades afectadas.