La carta sostiene que Twitter está en un "claro incumplimiento material" de sus obligaciones y que Musk se reserva todos los derechos para rescindir el acuerdo.
De acuerdo con la legislación antimonopolio, los acuerdos se comunican al gobierno para que los revise el Departamento de Justicia o la Comisión Federal de Comercio.
Tesla ha tenido problemas para reanudar la producción en su fábrica de Shanghái después de que los confinamientos por el COVID-19 obligaron a costosos paros.
El director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, tuiteó en marzo que las oficinas de Twitter volverían a abrirse, pero que los empleados podrían seguir trabajando desde casa si lo deseaban.
Expertos externos habían dicho previamente que la presentación tardía de Musk y el papeleo aparentemente inadecuado podrían atraer la atención de la SEC.
Bolsonaro, que celebró el anuncio de Twitter de su aceptación de la oferta inicial de Musk por la compañía, lleva años intentando atraer a Tesla a Brasil.
Musk negoció el acuerdo de Twitter durante el fin de semana del 23 y 24 de abril sin llevar a cabo ninguna auditoría para la compra.
Las acciones cayeron más de un 8% para cerrar a 37,39 dólares, por debajo de su nivel el día antes de que Musk revelara su participación en Twitter.
Musk dijo que Tesla no espera abrir más fábricas en China en un futuro próximo, y añadió que ampliará la de Shanghái.
Musk dijo que quería que la plataforma fuera "lo más incluyente posible, donde idealmente la mayor parte de Estados Unidos esté en ella y hable", y lo más fiable posible.