Cabe mencionar que las precipitaciones más fuertes caerán, según Indeci, en el centro y sur del Perú, y las lluvias con intensidad moderada harán lo propio sobre algunas zonas de Puno.
En el Perú, estamos pasando de las sequías a las lluvias. En cuestión de horas, así ha crecido el caudal del río Ica debido a las fuertes precipitaciones que caen sobre esta región. Según el Indeci, 20 provincias del país están en alerta por la activación de quebradas o huaicos.
El último aviso de corto plazo de lluvias señala que las áreas en color naranja (adjunto en el mapa) presentarán precipitaciones acumuladas en 24 horas de intensidad fuerte; es decir, que pueden producirse aniegos e inundaciones pluviales. Sin embargo, en aquellas zonas en el mapa de color amarillo presentarán lluvias acumuladas por 24 horas en un nivel moderado.
Esto significa que las precipitaciones más fuertes caerán, de acuerdo con Indeci, en el centro y sur del Perú, y las lluvias con intensidad moderada caerán sobre algunas zonas de Puno. La Autoridad Nacional del Agua (ANA) registra el estado de los 1224 cuerpos de agua, entre ríos y quebradas, además de las 28 mil lagunas existentes en todo el territorio.
Solo como ejemplo, el río San Juan, que recorre el departamento de Huancavelica, tiene un caudal promedio histórico diario de 27.07 m³/seg. Pero desde que empezaron las lluvias, hace apenas unos días, su caudal aumentó a 144 m³/seg. Hoy está catalogado como un río en umbral de riesgo de emergencia, lo cual podría provocar, a corto plazo, una inundación.
“Aquí podemos identificar la posibilidad que existe frente a una inundación, como sabemos estamos en una época de lluvias intensa, y justamente esa lluvia produce un caudal grande y eso inunda las zonas aledañas”, señaló John Bautista, representante de la ANA.
Similar situación se observa en el río Pisco, cuya crecida del cauce ha afectado a 10 centros poblados y varias hectáreas de cultivo de algodón en Ica. De momento mantiene su caudal en 288 m³/seg, lo que lo ubica en umbral de riesgo de alerta.
A estos ríos que causan preocupación, se suman en la zona sur: el río Ica, en la estación la Achirana (84/70), Camaná (313/250), Acarí, en La Joya (124/150) Pachachaca, en la estación Santa Rosa, en Chapimarca (437/410) y en la zona norte: el río Marañón, en la estación Borja (164/167).
Esta situación de alerta, por el incremento de lluvias, también pone el foco sobre las 743 presas que abastecen de agua, para diversas actividades, a centenares de ciudades y comunidades a nivel nacional. Si las intensas lluvias persisten podrían terminar afectando la infraestructura de algunas represas, lo mismo que su capacidad.
“También cumplen con una función de seguridad como cuando controlan las máximas avenidas, por ejemplo, la presa Poechos (en Piura) que fue construida para 800 mil m3, ha perdido la mitad de su capacidad por la presencia de los fenómenos del niño. Si la presa no hubiese estado, entonces el impacto habría sido terrible aguas abajo en los valles de Piura”, consideró José Huamán, representante de la ANA.
Los gobiernos locales están llamados a activar ya mismo sus planes de emergencia para mantener a salvo a las comunidades aledañas a los ríos. Hay reubicaciones de población, como la de Secocha, en Arequipa, que no se hicieron pese a las advertencias. Las lluvias apenas empiezan, es tiempo de actuar.
Cabe señalar que dicho reporte se elaboró de acuerdo con la información recopilada del Observatorio Virtual del Agua, de la ANA.
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