El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se reencontró con el sacerdote que le dio los Santos Óleos a su hijo momentos antes de morir
El presidente norteamericano no esperó tener un encuentro tan inesperado, que lo hizo emocionar hasta las lágrimas tras recordar a su hijo durante la visita al Santuario de Nuestra Señora de Knock, un importante lugar de peregrinación católica en donde se dice que apareció la Virgen María en 1879.
Joe Biden estuvo acompañado de Richard Gibbons, párroco de la localidad, quien le hizo de guía y señaló a fuentes de la BBC que el capellán que atendió a Beau en sus últimos momentos, Frank O’Grady, trabaja ahora en el santuario. «Me habló de su familia, de su conexión con su fe y también de su hijo. Y de repente, de manera espontánea, nos dimos cuenta de que tenemos trabajando aquí al capellán que administró los últimos sacramentos a su hijo en Estados Unidos», sostuvo Gibbons.
El sacerdote comentó a la prensa que el encuentro fue «extraordinario», no tenía ni la menor idea a quién se iba a encontrar «hasta que llegó el presidente», quien tuvo la oportunidad después de saludar a todos los religiosos, incluido O’Grady. «Rió, lloró, como si le volviera todo. Se podía ver cuán profundamente lo sentía y lo que representaba para él. Ha sido una tarde extraordinaria, no lo olvidaré», comentó Richard Gibbons.
Tras su visita al santuario, el primer mandatario de los Estados Unidos, Joe Biden, irá al Centro de Estudios Genealógicos del Norte de Mayo para indagar en la historia de sus antepasados con expertos de su unidad de investigación, que trabajan con personas de todo el mundo para explorar sus conexiones con este condado, uno de los principales puntos de la emigración irlandesa.
Antes de regresar a Norteamérica, el presidente de Estados Unidos se reunirá con familiares en la localidad de Ballina, de donde emigró su antepasado Edward Blewitt a mediados del siglo XIX para huir de la Gran Hambruna irlandesa (1845-1849).
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