La Policía llegó hasta la vivienda de una fiscal donde se encontró una bomba lacrimógena que fue desactivada rápidamente.
La presencia de una supuesta granada en la puerta de la vivienda de una fiscal en el distrito de Los Olivos causó una gran alarma entre los vecinos, quienes despertaron y se dieron con esta sorpresa. Inmediatamente, se pusieron en contacto con la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) de la Policía, quienes no tardaron en acudir al lugar.
Con mucho cuidado el personal de la UDEX revisó el interior y el exterior de la casa y descubrieron que el explosivo se trataba de una bomba lacrimógena que rápidamente colocaron en una caja para desactivarla y retirarla del lugar. Frente a lo sucedido, el dueño de la vivienda recalcó que no había notado nada extraño durante la madrugada y fue una vecina la que se percató del artefacto explosivo y llamó a la Policía.
Precisó además que ni él ni su familia han recibido amenazas ni extorsiones por lo que lo sucedido le parece muy extraño. Sin embargo, atribuye el atentado con una fiscal que hace pocos meses vivía en este inmueble.
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