China habla de unos Juegos Olímpicos «verdes» y se prepara para luchar contra el esmog

Por Muyu Xu y David Stanway

ZHANGJIAKOU, China, 27 dic (Reuters) – China aprovechará los Juegos Olímpicos de Invierno para impulsar sus esfuerzos por mejorar el medio ambiente, pero Pekín, una capital propensa al esmog, sigue preparándose para lo peor antes de la ceremonia de apertura.

Pekín ha mejorado la calidad del aire desde que China ganó su candidatura para albergar los Juegos, pero el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente ha declarado que los riesgos del esmog invernal siguen siendo «graves».

El portavoz del Ministerio, Liu Youbin, dijo a periodistas que se habían puesto en marcha planes de contingencia. «Cuando llegue el momento, Pekín y Hebei se guiarán para adoptar medidas razonables de protección medioambiental de acuerdo con la ley».

Sin embargo, dijo que los rumores de que las industrias pesadas contaminantes de la zona serían cerradas a partir del 1 de enero «no eran ciertos».

Los críticos advirtieron en 2015 -cuando China ganó su candidatura- que los Juegos Olímpicos de Invierno podrían verse ensombrecidos por el peligroso smog en una región dominada por la industria pesada. El presidente chino, Xi Jinping, se comprometió a organizar unos Juegos «verdes» y Hebei prometió «transformar y mejorar» su economía industrial.

Desde entonces, China ha plantado miles de hectáreas de árboles en Pekín y en los alrededores de la provincia de Hebei, ha construido extensos parques eólicos y solares y ha reubicado cientos de empresas.

En la ciudad de Zhangjiakou, a 200 km al noroeste de Pekín y sede de eventos de esquí y snowboard, el esquiador aficionado de 26 años Deng Zhongping dijo que ya ha notado la diferencia.

«Cuando venía a Pekín hace unos años sufría de rinitis a causa de la contaminación, pero la calidad del aire en Pekín-Tianjin-Hebei ha mejorado mucho. Creo que la calidad del aire en la estación de esquí de Zhangjiakou es incluso mejor que la de algunas estaciones de esquí extranjeras», dijo.

(Reporte de Muyu Xu y David Stanway; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)