Intentos anteriores de negociar un acuerdo con el ELN no avanzaron debido a sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
CARACAS, 21 nov (Reuters) -Representantes del Gobierno de Colombia y de la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) reanudaron el lunes en Venezuela un diálogo de paz con la intención de acabar con casi seis décadas de un conflicto armado que ha dejado al menos 450.000 muertos.
La reanudación de los diálogos con el ELN es el primer hecho concreto para buscar una «paz total» por parte del presidente Gustavo Petro, un exguerrillero que asumió en agosto como el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia, con la promesa de poner fin a la confrontación.
«No podemos vernos como enemigos, la labor que tenemos es de reconciliación, de volver a tener unos puntos comunes. Esa es la apuesta que traemos. Esperamos de la delegación del Gobierno tener un interlocutor en el mismo sentido», dijo Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN desde un hotel en Caracas.
En el proceso de diálogo los garantes oficiales son Noruega, Cuba y Venezuela.
«Estamos abocados a unas conversaciones con una organización que también quiere la paz», dijo Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno de Colombia. «Vamos a llegar a un puerto seguro (…) llegar a una paz real».
El Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, aseguró que el primer encuentro «nos está dando certezas y la convicción profunda de que vamos a lograr el propósito que nos suma: ser hijos de una misma patria (…) En el centro del diálogo hacia la paz está la vida de los seres humanos, la vida de la dignidad, la dignidad significa libertad, el temor a no ser asesinados o desaparecidos».
Rueda agregó que la ronda se desarrollará en Caracas hasta mediados de diciembre. El jefe del grupo rebelde indicó posteriormente que la próxima cita será en el 2023 y que están en consultas con los países garantes para anunciar la sede.
En un acto desde el Palacio de Gobierno, el presidente Nicolás Maduro expresó que esas negociaciones «son un mensaje de esperanza de una América Latina, de un Caribe en territorio de paz».
Intentos anteriores de negociar un acuerdo con el ELN, que tiene unos 2.400 combatientes y es acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron debido a sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
En Colombia, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que la negociación con el ELN no implica una suspensión de las operaciones de las Fuerzas Militares contra el grupo rebelde, mientras que dos militares retirados asesorarán al equipo del Gobierno en los diálogos y uno activo participará como observador.
«No hay ninguna orden de suspensión de operaciones. Todo lo que se vaya acordando en las mesas será objeto de decisión. De entrada, no hay suspensión de ninguna clase de operaciones en el país (…) no hay cese al fuego», aseguró el funcionario.
El ELN inició una negociación de paz en Ecuador en el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos que luego se trasladó a Cuba, pero su sucesor Iván Duque no la continuó debido a que el grupo rebelde no aceptó exigencias como la suspensión de hostilidades, a lo que se sumó un ataque con un carro bomba a una academia policial en Bogotá que dejó 22 cadetes muertos.
El ELN, al que pertenecieron sacerdotes católicos radicales, es considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
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