El joven peruano ha logrado fusionar el contagiante ritmo del K-pop con el apasionante folklore andino y la lengua de los incas. Latina Noticias pudo comunicarse en exclusiva con el joven de 23 años.
Lenin Tamayo, mejor conocido como Lenin: amor y libertad, es el nombre del artista peruano que ha logrado cautivar a miles de personas que nunca imaginaron que el K-pop, aquella corriente musical de Surcorea, pueda fusionarse con nuestro folklore andino y más aún, con la lengua de los incas: el quechua.
Latina Noticias pudo contactarse en exclusiva con el joven artista, quien a sus 23 años habla de su proyecto con la sabiduría de un veterano. Nos cuenta que no se obsesiona con las métricas en redes sociales o con alcanzar la fama; por el contrario, busca formar una comunidad de seguidores, ser fuente de inspiración para los que aún no encuentran su identidad y marcar el camino en la industria musical peruana.
Sus inicios, su inspiración mamá Yolanda, y su creación: el Q-Pop. Esta es la historia de Lenin.
¿Cómo nace la idea de fusionar el K-pop con el quechua?
«Primero en el colegio, soy algo introvertido y tímido, decidí buscar amigos para escapar del acoso, unas compañeras escuchaban K-pop. Al inicio el K-pop fue un pretexto para hacer amigos, ahí entendí lo bonito que es ser parte de una comunidad musical. La música te hace sentir seguro, ser parte de un grupo.»
«El segundo momento fue en la Universidad, yo soy psicólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en el octavo ciclo, participé en un concurso de canto, fue la primera vez que me subí a un escenario, en ese momento me encontré conmigo mismo, decidí que la música sería parte de mi vida.«
«Pude identificar como psicólogo, cuál era la principal herramienta que me iba a permitir mover la emoción de las personas que iba a escuchar mi música, me resultó inevitable no recordar a mi madre, y las veces que la escuchaba cantar huaylas en quechua. Esta es la ruta por la que tengo que ir. Así nace el Q-Pop»
¿Entonces eres el creador del Q-Pop?
«Sí, el Q-Pop es una creación mía, es una propuesta muy específica, no lo veo como un género. A mi lo que me inspira del K-pop es la industria, el hecho de que Corea con su idioma, que habla solo un país en específico pueda hacer masiva su música, no solo en su país, sino en el mundo, es una demostración que la barrera de idioma y cultural no es una limitante.«
¿Tú nombre artístico es Lenin?
«Es Lenin: amor y libertad, es curioso por que el nombre artístico nació cuando iba a las presentaciones de mi madre, yo salía como telonero y decía Lenin -¿solo Lenin, pero viste a ese artista? todos llevan un lema- entonces surgió Lenin: amor y libertad.»
¿Cuán importante crees que es para un artista las redes sociales?
«Las redes sociales han sido una relación amor/odio, irónicamente las redes sociales me dieron la oportunidad de mostrar mi música al mundo. Quiero pensar que la clave para generar un contenido cercano al público es ser sincero y honesto con lo que dices. No hay que subestimar al espectador. Ellos saben identificar cuando un artista es sincero con lo que dice y cuando no. Para mí sería muy desgastante ser un personaje»
«El artista no es solamente el que baila, el que canta o el que usa una vestimenta, el artista es el que comunica, eso ayuda a mover conciencias»
Lenin es un artista que nació en las redes sociales, lo tiene claro, editó sus propios videoclips y creó sus coreografías, actualmente prepara un ambicioso proyecto conmemorando su aniversario musical. La historia de Lenin se sigue escribiendo, estaremos pendiente de su crecimiento. Tiene una excelente guía, mamá Yolanda, y está convencido que no será «ave de paso». El Q-pop es suyo.
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