Ellos también apuntalaron sus posiciones con respecto a la permanencia de Íber Maraví al frente del Ministerio de Trabajo.
La congresista de Fuerza Popular, Rossangella Barbarán, y el excongresista del Frente Amplio, Richard Arce, coincidieron en que los restos mortales del cabecilla terrorista Abimael Guzmán deben ser incinerados.
La parlamentaria fujimorista mencionó que el destino final de las cenizas debería ser en el mar, aunque muy lejos del Mar de Grau, mientras que el exlegislador de izquierda consideró que estas debían ser arrojadas en un lugar secreto, del que no se informe a nadie.
Pese a mantener fuertes diferencias en cuanto a la actuación del actual Congreso, así como sobre el papel histórico de la izquierda peruana, tanto Rossangella Barbarán y Richard Arce nuevamente coincidieron al momento de considerar insostenible la presencia en el gabinete de Guido Bellido e Íber Maraví.
«Corresponde que Íber Maraví esté fuera del gabinete y la censura es un medio para lograrlo. Por su parte, el Premier debe responder por las acusaciones de apología al terrorismo y misógino. Castillo tiene la oportunidad de hacer cambios y limpiarse de las sombras del terruqueo», dijo Rossangella Barbarán.
«El camino más correcto es ir por la censura de Íber Maraví, ya que el Gobierno parece haberlo respaldado. Guido Bellido tiene incompetencia funcional y serios cuestionamientos y denuncias. En la izquierda hay mejores cuadros. El Presidente y sus ministros se están entregando en una bandeja a los golpistas que hay en el Congreso», opinó Richard Arce.
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