Su aplicación no solo evitará hospitalizaciones, ingresar a UCI y muertes, sino que, además, podría frenar la transmisión de la enfermedad o la infección asintomática.
Desde el 1 de enero se inició la inoculación de la vacuna bivalente contra la COVID-19 en el Perú. La aplicación de la misma arrancará con el personal de salud en Lima Metropolitana, de acuerdo con la disponibilidad de los fármacos y considerando su mayor exposición.
En efecto, según lo estipulado por las autoridades sanitarias, para acceder a la vacuna bivalente se debe contar con el esquema de inmunización completo. Quiere decir, tener las cuatro dosis completas.
Asimismo, entre los primeros en recibir la bivalente, está el grupo etario de 70 años a más, así como en el rango de 60 a 69 años. Además, están incluidas las personas con factor de riesgo por alguna enfermedad, pacientes oncológicos y mujeres gestantes.
La vacuna bivalente contiene dos antígenos diferentes: uno de la cepa COVID-19 original, detectada en Wuhan, y el otro de la variante Omicrón BA (BA4 y BA.5). Esta vacuna no solo evitaría hospitalizaciones, ingresos a las unidades de cuidados intensivos y muertes, sino que, también podría frenar la transmisión de la enfermedad o la infección asintomática.
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