Hallan narcolaboratorios en el corazón de la Amazonía peruana | VIDEO

En la espesura de la selva de Loreto, donde confluyen las fronteras de Perú, Brasil y Colombia, se libra una guerra silenciosa. Allí, escondido entre árboles frondosos y lodo espeso, emerge un nuevo epicentro del narcotráfico: un territorio estratégico donde operan organizaciones peruanas aliadas con poderosos cárteles brasileños.
Según el general PNP Nilton Santos, director de la Dirección Antidrogas (Dirandro), grandes bandas del crimen organizado como el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital han tomado esta zona como base para procesar y exportar cocaína. “Estas organizaciones peruanas proveen a grupos criminales brasileños desde lugares como Caballococha o Cuchillococha, a minutos en vuelo de la frontera”, explicó.
OPERATIVO EXITOSO
Tras meses de inteligencia y seguimiento, agentes de la Dirandro lograron una de las mayores incautaciones del año: más de una tonelada de droga fue hallada en dos operativos simultáneos realizados el 20 de mayo. Las imágenes captadas por drones revelan laboratorios ocultos bajo la copa de los árboles, tan bien camuflados que desde el aire no se perciben más que mantos verdes.
En uno de estos operativos, los agentes hallaron un megalaboratorio con clorhidrato de cocaína, precursores químicos como ácido sulfúrico y sódica cáustica, y decenas de sacos enterrados que contenían la droga. “Este no es un laboratorio financiado por pequeños productores. Una tonelada de cocaína solo puede ser financiada desde el exterior”, afirmó el general Santos, señalando a los cárteles brasileños como principales responsables.
La zona más caliente de esta nueva ruta del narcotráfico es la provincia de Mariscal Ramón Castilla. Solo en este punto de Loreto, se concentra el 63% de las 12,500 hectáreas de hoja de coca del departamento. “Ha habido un incremento de más del 90% en esta región”, alertó el jefe de la Dirandro.
VIOLENCIA EN AUMENTO
El crecimiento de cultivos ilegales va de la mano con la violencia. Según el Instituto del Bien Común, comunidades indígenas del distrito de Mariscal Cáceres se encuentran amenazadas por el avance de narcotraficantes y cocaleros ilegales, que invaden sus territorios y comprometen su supervivencia.
Además de la cocaína decomisada, los agentes hallaron armas de guerra, granadas, pistas de aterrizaje clandestinas y centros de acopio subterráneos, reforzando la alerta sobre la dimensión industrial que ha alcanzado el narcotráfico en esta zona.
La Dirandro, con apoyo del Ejército y la Fiscalía, planea nuevas intervenciones en las próximas semanas. Mientras tanto, DEVIDA alista la publicación de su informe 2024, que podría confirmar lo que ya es evidente: el corazón de la Amazonía peruana se ha convertido en el nuevo Vraem del narcotráfico, con Europa y los Balcanes como principales destinos del polvo blanco.