Expresidente de Federación Peruana de Fútbol habría ordenado el asesinato de dos trabajadores para mantener el control de la empresa Agroindustrial Tumán.
52 años es la totalidad de años de pena privativa de la libertad que el Ministerio Público solicita contra Edwin Oviedo Picchotito por ser el presunto autor mediato del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en su figura de homicidio calificado en agravio Manuel Rimarachín Cascos y Percy Farro Witte.
Según la fiscalía, el expresidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo, sería el líder de la organización criminal los ‘Wachiturros de Tumán’, desde donde habría ordenado que se quite la vida de los dos trabajadores con el fin de continuar con el control de la Empresa Agroindustrial Tumán.
Esta medida fue solicitada por la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada contra la Criminalidad Organizada de La Libertad durante el inicio del juicio oral por el caso ‘Wachiturros de Tumán’ en el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio de Trujillo a cargo de la fiscal provincial Jennifer Ludeña.
El pedido del Ministerio Público de 52 años de pena privativa de la libertad también incluye a otros imputados como autores mediatos y materiales del asesinato de Manuel Rimarachín Cascos y Percy Farro Witte.
Sobre Segundo Ordinola Zapata, Pablo Arce Benítez y Víctor Rodríguez Ortiz recae la acusación fiscal como autores mediatos del homicidios de los dos trabajadores mencionados.
En relación a Manuel Rimarachín Cascos, el Ministerio Público imputa a Eswar Montenegro Sales y César Valencia Delgado como autores materiales del su homicidio.
Y en relación al crimen contra Percy Farro White, la fiscalía solicita también los 52 años de cárcel en contra de Roberto Campos Effio y Feljud Castro Banda por ser los presuntos autores materiales de su homicidio.
En noviembre de 2018, Punto Final difundió imágenes exclusivas en donde se muestra entrenamiento con armas de fuego de trabajadores de la azucarera Tumán, administrada por el grupo Oviedo.
En el reportaje se observa cómo Víctor Rodríguez Ortíz, entonces jefe de seguridad de la azucarera y sindicado como el creador del grupo armado los ‘ Wachiturros de Tumán’, les daba una especie de ‘clase’ para disparar e incluso hacía alarde de su experiencia en ello.
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