Punto Final reveló que se adquirieron más de cuatro millones de soles en paquetes de comida militar que registraban presuntas irregularidades.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA), a través de su Sistema de Inspectoría, abrió una investigación por la compra irregular de paquetes de alimentación para el personal militar que apoyó a la Policía Nacional en las manifestaciones contra el Gobierno.
A través de un comunicado, el CCFFAA confirmó que se ha dispuesto abrir diligencias a fin de determinar si existieron irregularidades en el proceso de adquisición, revelada por Punto Final en la edición del 13 de agosto.
Asimismo, indicaron que las raciones compradas, de 1.300 calorías, tienen como fin «cubrir las necesidades energéticas individuales» en operaciones urbanas de poca duración. El resto se completa con la comida de las instalaciones militares.
«Estas raciones son diferentes a los paquetes que cubren requerimientos energéticos de 24 horas para largos periodos operacionales (por ejemplo, las raciones de 3.000 calorías para el Vraem)», precisaron.
De acuerdo al reportaje, la compra se hizo a la firma Lealto Pharma, que entregó 55 mil unidades de comida a 75 soles cada una, representando un total de 4 millones 125 mil soles. El requerimiento del CCFFAA requirió alimentos que proporcionaran de 800 a 1.300 calorías.
Al ingresar al Perú, el costo de cada paquete fue de 5.95 dólares, menos de la tercera parte de lo que le pidió Lealto a la institución, que los recibió con retraso considerable. La orden de compra se giró el 19 de abril, pero las raciones de campaña llegaron el 31 de mayo.
«Las cotizaciones se solicitaron el 12 de abril último, una semana antes de realizar la adjudicación. Cabe señalar que el 19 de abril nuevamente se solicitó cotizaciones, pero al contarse con la información necesaria y de acuerdo con el Reglamento de Contrataciones, se tomó la decisión de cerrar el estudio con la información disponible, a fin de no incrementar los plazos para contar con este artículo», apuntó el CCFFAA.
En diálogo con Punto Final, uno de los soldados destacados en Puno, una de las ciudades que tuvo el estado de emergencia más largo, negó haber recibido esta comida. «Normalmente, esas bolsas las entregan cuando salen a operar uno o dos días», afirmó.
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