El economista jefe del Instituto Peruano de Economía se pronuncia tras la alarmante caída del PBI.
La economía peruana ha experimentado un declive que no se había observado en 25 años. Las señales de recuperación parecen inexistentes, y esto podría tener un impacto significativo en diversos aspectos de nuestras vidas.
LA PEOR CAÍDA DEL AÑO
En julio, la economía peruana enfrentó un momento difícil, puesto que el producto bruto interno (PBI), bajó en un -1.3%. Además, los números disponibles para agosto y septiembre sugieren que podría haber terminado en una situación aún peor.
Frente a esta situación, el Instituto Peruano de Economía (IPE), ha tenido que ajustar sus estimaciones sobre cómo le irá a la economía. Inicialmente, pensaban que el país crecería un 0.8% en 2023, pero ahora creen que en realidad disminuirá en un 0.3%, lo que sería la peor situación desde 1998 (exceptuando lo ocurrido con la crisis de la pandemia en 2020).
En gran parte, se debe a que el consumo de los hogares y la inversión de las empresas se están recuperando a un ritmo más lento de lo anticipado previamente. Los problemas que afectaron al gasto privado en la primera mitad del año parecen estar siendo más persistentes de lo que se había previsto, lo que podría resultar en una caída del 1.4% en 2023.
Además, los planes de reactivación y preparación para el Fenómeno El Niño están avanzando con una lentitud preocupante en los gobiernos locales, lo que ha reducido significativamente la dinámica del gasto e inversión del sector público.
En una entrevista reciente con Latina Noticias, Víctor Fuentes, economista jefe del IPE, expresó su preocupación: «Ha habido un fuerte deterioro en muy poco tiempo. El Perú estaba acostumbrado a liderar la tabla de crecimiento regional, y en el 2022-2023 se encuentra por debajo de esta posición. Además, las perspectivas a futuro tampoco son muy alentadoras, considerando que el próximo año el Fenómeno del Niño puede tener un impacto significativo o incluso devastador», expresó.
«Este mes, los impactos se seguirán acumulando, especialmente en sectores relacionados con la agricultura y la pesca», añadió.
«Se espera que la pesca caiga un 60% este año, lo que afectará no solo a la agricultura de agroexportación, que había acumulado récords históricos en los últimos 9 o 10 años, sino también a la agricultura familiar tradicional. Esto tendrá un impacto grave en sectores del norte relacionados con productos como el limón y las frutas, así como en los sectores de la región central y de la sierra, que producen alimentos como la papa», dijo.
El Fenómeno El Niño es un factor adicional que agrega incertidumbre al panorama económico peruano. Con lluvias abundantes en algunas regiones y sequías en otras, se espera que la producción se ajuste y que los precios aumenten durante el verano de 2024, lo que afectará a las familias y a la economía en general.
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