María Cordero Jon Tay: extrabajador revela que congresista lo obligaba a comprarle joyas y frutas

El economista y extrabajador del Congreso, Rafael Cabrejos, brinda declaraciones exclusivas a Punto Final sobre episodios de extorsión mientras laboraba con María Cordero Jon Tay. Denuncia desde recorte de sueldo, hasta el pago de gastos de índole personal. 

“Yo todo el momento estuve coaccionado en perder mi trabajo si es que no accedía… me obligaban a dar mi sueldo”, señaló el extrabajador parlamentario a Punto Final. 

“Su trato fue humillante, amenazante… siempre me extorsionaba”, añadió. 

“Tú alzas la voz y sales, así que muérdete la lengua y así te quedas los cuatro años”, fue una de las expresiones que le habría proporcionado la congresista María Cordero Jon Tay.

Sin embargo, los pedidos de Cordero Jon Tay iban incluso más allá del sueldo. El extrabajador reveló que la parlamentaria también pedía dinero a sus trabajadores para sus viáticos. Explicó que estos pedidos siempre iban acompañados de frases de amenazas. 

De acuerdo a su versión, Cordero Jon Tay los coaccionaba señalándoles que Braden Paredes, el intermediario de la congresista, como se denunció en Punto Final, ya tenía otros trabajadores en espera de ocupar los puestos laborales que ellos tenían si es que no cumplían con sus pedidos. 

JOYAS Y FRUTAS 

Rafael Cabrejos relató la compra de un juego de joyas en un local del Centro Cívico, valorizado en más de 1.000 soles para la congresista. También afirmó que le mandaba a hacer compras de productos básicos como frutas.  

El extrabajador del Legislativo precisó que era costumbre que ellos realicen sus encargos personales, tales como cotizar en el mercado y recoger la ropa de la lavandería. 

Roberto Noriega, abogado del estudio Linares, explicó que el derrotero del caso está en obligar a funcionarios públicos en hacer algo a tu favor, aprovechándose de la superioridad del cargo. 

Cabrejos precisó que no hizo la denuncia a tiempo por temor a represalias a su familia y por falta de pruebas contundentes. También detalló que el intermediario le dijo que si denunciaba se iba a poner de lado de la congresista y que se iban a encargar de que él no volviera a trabajar. 

“Responsabilizo a Cordero y Paredes por cualquier atentado y acto de venganza que podría sufrir mi familia”, sentenció. 

Esta situación desnuda la precaria situación laboral que viven muchos de los trabajadores en el Congreso de la República.