Burgomaestre trujillano dejará su cargo cuando el Jurado Nacional de Elecciones le retire sus credenciales.
En menos de nueve meses, la ciudad de Trujillo, capital de la región La Libertad, tendrá un nuevo alcalde, luego de que el pleno de regidores decidiera suspender a César Arturo Fernández, sobre quien pesa una sentencia en segunda instancia a un año de pena privativa de libertad suspendida por el delito de difamación agravada.
En total los 15 regidores trujillanos, entre oficialistas y opositores, votaron a favor de la suspensión del alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández. El hasta hoy burgomaestre dejará su cargo cuando el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) le retire sus credenciales como autoridad.
Ahora el primer regidor Mario Reyna, a quien Arturo Fernández ha acusado de traidor y de haberse beneficiado de servicios en la Municipalidad Distrital de Moche, será quien asuma la alcaldía provincial trujillana. Cabe apuntar que la solicitud de suspensión fue presentada por el ciudadano Andree Farek Gallo Lezama.
Como se recuerda, la Sala Penal rechazó el recurso de casación presentado por la defensa de Arturo Fernández por carecer de fundamentos de derecho para que su caso sea visto en la Corte Suprema. Debido a esto, el Quinto Juzgado Unipersonal de la Corte Superior de Justicia de La Libertad declaró consentida la sentencia en el extremo de la reparación civil de 50,000 soles a favor de la agraviada, la teniente de la Policía Nacional del Perú (PNP), Nataly Rojas Rojas.
Luego de esta decisión del Poder Judicial, también se presentaron dos solicitudes de vacancia en contra de Arturo Fernández.
Los hechos se remontan al 4 de mayo de 2021, cuando siendo todavía Alcalde Distrital de Moche, Arturo Fernández fue detenido por oponerse a la aplicación de las vacunas contra el covid-19.
Tras ser intervenido y salir en libertad, la autoridad usó la página oficial de la Municipalidad de Moche para faltarle el respeto a la teniente PNP Nataly Rojas Rojas, a quien acusó -además- de no hacer su trabajo.
“Yo no vuelvo a tratar ni una palabra más con la policía de Moche, con la señorita Rojas, que me parece que ni personalidad tiene, ella que parece que está atrás y no habla, y todo lo dirige por el costado. Así no se hace, señora Rojas. Póngase bien los pantalones, póngase bien ese calzón, póngase bien ese sostén. Debe estar en el Vraem, luchando como se requiere, no metida en sus oficinas calentando ese asiento, con ese tra…», expresó aquella vez el alcalde.
Tales expresiones le significaron una denuncia por difamación ante el Quinto Juzgado Unipersonal de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, la misma que terminó con una sentencia condenatoria de un año de pena privativa de la libertad suspendida y el pago de una reparación civil de 50,000 soles.
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