El derrame cerebral es la segunda causa de muerte en el mundo.
El derrame cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una cuadro clínico que afecta a los vasos sanguíneos del cerebro. Es considerado la segunda causa de muerte en el mundo. Por ejemplo, en Brasil, una persona muere cada cinco minutos debido a esta enfermedad. El ACV puede ser causado por la obstrucción o ruptura de los vasos sanguíneos del cerebro, lo que resulta en una falta de circulación sanguínea en la región y daños graves a las células cerebrales.
Existen dos tipos de accidente cerebrovascular: el isquémico y el hemorrágico. El isquémico es el más común y representa el 85% de los casos. Ocurre cuando se produce la obstrucción de un vaso, impidiendo el flujo sanguíneo y la llegada de oxígeno al tejido cerebral. Esto puede ser causado por trombos (coágulos) que se forman en la superficie del vaso o por trombos que se sueltan de otros lugares del cuerpo y se instalan en los vasos, impidiendo el paso de la sangre.
De otro lado, el hemorrágico ocurre cuando el vaso se rompe, causando sangrado, lo cual puede pasar tanto dentro del tejido cerebral como en la superficie del cerebro.
Afortunadamente, existen medidas preventivas para reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral. La prevención es mucho más efectiva que tratar un accidente cerebrovascular después de que se haya producido. Hay factores de riesgo no modificables, como la edad, el sexo, la raza y la genética, pero también hay factores de riesgo modificables que podemos cambiar. Algunos de estos factores son:
Además, existen otras enfermedades y comorbilidades que pueden potencializar su aparición en algunas personas. El aumento de la obesidad y males cardíacos son algunas de ellas y necesitan evaluación médica regular.
En caso de presentar síntomas como debilidad facial o corporal repentina, dificultad para hablar o comprender lo que se dice, pérdida repentina de visión o dolor de cabeza intenso sin causa aparente, es importante buscar atención médica inmediata.
La prevención es clave para evitar esta enfermedad silenciosa. Si bien no podemos controlar todos los factores de riesgo, es posible tomar medidas preventivas para reducir la probabilidad de que se produzca un accidente cerebrovascular. ¡Cuida tu salud y previene el ACV!
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