Lourdes Túpac Yupanqui: «Los periodistas debemos mantener la calma ante situaciones duras, pero también nos derrumbamos»

Por Milagros Maccha

Reportera, presentadora de noticias, docente y conferencista. Lourdes Túpac Yupanqui creció entre programas periodísticos y conversaciones extensas con su padre.

Hoy, 1 de octubre, que se celebra el Día del Periodista en el Perú, conversamos con ella sobre los retos que implica el ejercicio de la profesión en el país, sus aspiraciones y más.

¿Por qué decidiste estudiar Ciencias de la Comunicación?

En mi casa, veía el periodismo muy de cerca. Mi papá también es periodista, entonces lo que veíamos de noche no eran dibujos animados, ni mucho menos lo que yo quería ver. Todos los programas que veíamos en mi casa eran periodísticos. De alguna manera, de allí comenzó a nacer mi interés por las cosas relevantes de nuestro país. Allí nació el cariño, el amor al periodismo.

¿Cómo eras en la universidad?

Lo que sucede es que yo siempre trabajaba y estudiaba. Iba rapidísimo, hacía lo que tenía que hacer y salía. Llegaba puntual y me iba puntual. Me he formado en ambas partes: no solo en la teórica, en la universidad, sino también en la calle. Siempre lo que quise era ser reportera. Ese era mi objetivo desde que decidí estudiar Ciencias de la Comunicación. Me gustaba ver de cerca la noticia, lo que ocurría, porque la historia pasa a través de nuestros ojos, pero muy de cerca.

«Siempre quise ser reportera. Ese era mi objetivo desde que decidí estudiar Ciencias de la Comunicación»

LA LLEGADA DEL LIVE U

En las últimas dos décadas, el periodismo ha ido avanzando, lo cual ha favorecido al público. La comunicadora nos cuenta que «la mochilita para transmitir imágenes en vivo y en directo es maravillosa».

Los corresponsales de Latina Noticias, hoy en día, pueden salir desde el medio del Amazonas sin problema. «Antes teníamos que pagar por un espacio para poder enviar las imágenes desde Loreto», dice.

¿Cómo sientes que ha ido evolucionando el periodismo en los últimos 15 años?

Hace 16 años fue mi primer contacto con la televisión, trabajando como asistente de producción en un programa de entretenimiento, pero desde hace 14 años, trabajo en prensa. Trabajé en diario, luego en radio y acabé en la tele.

En la televisión, ha cambiado muchísimo la forma de hacer periodismo. La tecnología ha impulsado a que trabajemos de distintas maneras y nos vayamos renovando cada cierto tiempo y lo vemos aquí en Latina. Hace 14 años, no existían las redes sociales con tal potencia como ahora.

En el Perú, ¿cómo ves el periodismo?

El periodismo ahora es mucho más inmediato y eso genera una cierta debilidad porque no nos da tiempo, a veces, de contrastar. Estamos en vivo constantemente y el vivo, como la vida misma, no es siempre de aciertos, también es de errores. 

La forma de realizar un informe ha cambiado. Ahora los periodistas somos multitask. No solo vamos, hacemos la entrevista, regresamos, redactamos y nos vamos. Ahora también editamos, colocamos gráficos, pensamos en los banners.

El reto del periodista es seguir formándose, participado en diversos talleres, llevando cursos. Es una carrera en la que uno nunca deja de aprender. Es una maratón en la que hay que ir despacio y observando.

«(El periodismo) es una carrera de largo aliento»

LOS DESAFÍOS DE UNA PERIODISTA

¿Cuáles son los retos a los que te enfrentaste en el ejercicio de la carrera?

Cada cobertura es distinta. La primera vez que cubrí una manifestación que fue en Espinar (Cusco) fue para mí un reto. Era la primera vez que yo iba. Ese fue un reto que apareció en los primeros años de mi vida como reportera.

Van pasando los años y tienes otro tipo de coberturas. Para esas hay que prepararse todos los días. Ahorita nuestro reto, probablemente, sea acoplarnos a las redes sociales, al internet. Los periodistas que recién inician con toda la energía y también con la sapiencia del manejo de las nuevas tecnologías tienen una ventaja grande sobre nosotros que ya tenemos buen tiempo en televisión.

«Mi camarógrafo se convertía en mi profesor en ese lugar, mientras las piedras llovían y las balas también»

¿Cómo fue trabajar durante las primeras olas de la COVID-19?

Fue duro. Yo recuerdo esos días con dolor, pero también con fuerza porque allí aprendimos como es que uno puede ser resiliente ante cualquier obstáculo. La cobertura que nos tocó (en Latina) fue dura desde el primer día, desde el toque de queda.

De pronto, un día nos mirábamos en la redacción y éramos cuatro personas porque a todos los habían mandado a su casa. De pronto, empezábamos a ver gente muerta en la calle. También, empezaban a fallecer o ponerse muy enfermos nuestros parientes. Había que continuar trabajando con la preocupación de la casa, de la familia o de los amigos. Con la preocupación de cuidarse, con el temor de contagiarse.

Lo más duro que me tocó ver fue a una mujer que agonizaba frente a nosotros, pese a que todos llamábamos a la ambulancia, a alguien para que pueda recoger a esta mujer, nunca nadie llegó. Fue triste, muy doloroso. No salimos en vivo por la situación en la que estábamos. La mujer murió frente a nosotros. Fue horrible.

Lo que aprendemos es a alejar el micrófono, respirar y continuar porque es nuestra labor informar. Nuestra principal labor es contar la historia. Es darle fuerza a las personas, que es lo que tratamos de hacer en Latina. Algo que hicimos es llevarle un poquito de calma a la población y tratar de que se reanimen. Por eso es que les presentamos alguna vez las imágenes de la playa y los delfines.

«Los periodistas debemos mantener la calma ante situaciones duras como esas, pero también llegamos a la casa y nos derrumbamos un poco»

UN SINFÍN DE ANÉCDOTAS

¿Algún suceso que nos puedas contar?

Me encantó la cobertura de la llegada del Papa Francisco. Nos preparamos mucho. La sede episcopal nos recibió para poder enseñarnos cómo era la indumentaria del Papa, cuáles eran sus escritos, por donde iba su mirada, cuál era la cercanía que tenía con las personas, cuál era su enfoque para poder seguir ampliando el catolicismo en el mundo. Tuvimos que aprender para hacer esa cobertura extraordinaria porque un papá no viene todos los días a nuestro país.

Otra experiencia que también me formó fue la del desalojo en La Parada. Fue tremendo. Hace 10 años, los periodistas estábamos en el medio registrando, contando, grabando y no había una agresión hacia nosotros. Ahora, ya no hay respeto. Creo que todos hemos visto que nos han golpeado, insultado, agredido.

Recuerdo mucho también las cumbres que tuvieron como sede la capital. Vienen mandatarios de otros países, vienen colegas de otros países. Se puede intercambiar mucha información, se puede intercambiar mucha experiencia.

Lourdes, eres reportera y también presentadora de noticias. ¿Cómo tomas el trabajo?

Yo empecé a reportear y conducir hace ya varios años. Siempre he reporteado y he sido presentadora de noticias a la par. Cuando alguna vez me dijeron: ‘Solo sé presentadora’, yo dije: ‘No’ porque yo amo reportear.

A mí me encanta estar en la calle, me encanta conversar y tener la información de primera mano porque es el reportero quien se acerca a las personas que quieren denunciar algo. A la persona que entrevistas, no la entrevistas un par de minutos, ni cinco minutos, ni lo que sale al aire. Hablas con esa persona un mínimo de media hora. Antes de encender la cámara y luego de haber apagado la cámara.

En un set de televisión es totalmente distinto porque hay que manejar muchos temas. Cuando me dijeron a los veintitantos años que sea presentadora de noticias, yo dije que no porque yo creo que me faltaba experiencia.

Yo siempre digo: «Los periodistas sabemos un poquito de todo, no mucho a profundidad salvo que nos dediquemos solamente a una especialidad». Ahora, por lo demandante que es ser reportero, yo ya creo que necesito más energías. (Risas)

«En un set de televisión hay que manejar muchos temas»

SIN FERIADOS, NI CUMPLEAÑOS

¿Cómo es el día a día del periodista?

Hay días buenos, hay días malos. Hay días en los que haces un gran informe, hay días en los que no. Hay días en los que tienes mucho rating, hay días en los que no tienes nada de rating, pero siempre estamos trabajando por brindar información de calidad.

Los periodistas de televisión no trabajamos solos. Trabajamos todos de la mano. Si uno falla, el resto se verá perjudicado. Todos tenemos que trabajar como un reloj. En televisión, todos trabajamos de la mano, todos trabajamos de manera concatenada y si no, no funcionamos.

Un mensaje para los estudiantes de periodismo, tus futuros colegas …

Los chicos que están estudiando periodismo, creo que ya salen con un chip distinto. Salen de la universidad manejando ciertas herramientas que hace muchos años no manejábamos. Ahora, tenemos una avalancha informativa y lo que tenemos que hacer es discernir bien exactamente con qué nos quedamos para poder llevar el mensaje de la manera más fidedigna al público. Nosotros los periodistas somos contadores de historias, mientras más pegadas a la objetividad estén, mucho mejor.

Les diría a los nuevos periodistas que siempre mantengan viva esa pasión por el periodismo. Que sean tercos. Que si les va mal un día no importa, al día siguiente les va a ir bien y que si les va muy bien un día, recuerden que al día siguiente les puede ir mal porque así es, es como la vida misma. Nunca hay que bajar la guardia. Hay que estar estudiando, leyendo, actualizándonos porque debemos saber de todo un poquito. Los periodistas no tenemos feriados, no tenemos navidad, no tenemos año nuevo, no tenemos cumpleaños, día del padre ni de la madre.

«Prensa es como la vida misma»

¿Y a la audiencia?

Al público, (le diría) que en verdad siempre estamos trabajando para llevarles información de calidad.