No cabe duda que el mundo del deporte, y sobre todo del boxeo, recuerda muy bien a Evander Holyfield, el mítico campeón de peso pesado que, además de tener una exitosa carrera, es conocido por haber sido mordido en la oreja por Mike Tyson. Esta vez, el ex pugilista regresó al ring, pero no para ponerse los guantes, sino para acompañar a su hijo Evan en su primera pelea profesional, donde sería presentado ante todo el mundo.
Lo más sorprendente fue que, a sus 21 años, ‘Young Holy’ demostró tener sangre ganadora corriendo por sus venas, pues solo necesitó de 14 segundos para lograr una victoria por nocatu sobre Nick Winstead, dejando al mundo entero con la boca abierta. De inmediato, las cámaras fueron a la primera fila, donde su padre lo observaba orgulloso y convencido de que su hijo tendrá un gran futuro en el deporte.
Te puede interesar:
También te puede interesar