Giacomo Morote, vocero de la Dirección de Hidrografía y Navegación, nos brindó mayores alcances de este inusual comportamiento del mar peruano.
Esta madrugada, la playa Chucuito del Callao fue escenario de oleajes inusuales que ocasionaron daños considerables en viviendas aledañas y varias estructuras de la zona, entre ellas un módulo turístico situado cerca a la costa.
Aunque el alcalde provincial del Callao, Pedro Spadaro, vinculó estos intensos movimientos al terremoto de magnitud 7.6 en Japón, Giacomo Morote, vocero de la Dirección de Hidrografía y Navegación, descartó esta conexión y afirmó que los oleajes anómalos son consecuencia del Fenómeno El Niño.
«Categóricamente hay que descartar que este evento sea producto, o que tenga influencia, del terremoto ocurrido en Japón. Es importante que la población conozca esto y también es preciso recalcar que este tipo de oleajes procedentes del norte tienen un impacto mayor en nuestras costas porque toda la costa del Perú no está protegida«, declaró a Latina Noticias Matinal.
Asimismo, añadió lo siguiente: «Recordemos que estamos atravesando una fase lunar, eso también genera un aumento en el nivel del mar. A esto, añadirle el Fenómeno del Niño Costero, lo cual propició que los niveles se eleven de manera inusual», concluyó.
Es importante señalar que la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú ya había anticipado la presencia de un oleaje anómalo a lo largo del litoral peruano.
En una reciente entrevista con Latina Noticias, Giacomo Morote, vocero de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra, confirmó que su institución había pronosticado una serie de oleajes anómalos que se extenderán hasta este jueves 4 de enero, momento en el cual se espera que las olas retomen su actividad habitual, presentando un oleaje más ligero.
Según el Boletín Informativo de Oleajes N° 064-2023-INDECI/COEN, emitido el 29 de diciembre de 2023, se anticipaba la presencia de oleajes anómalos que tendrían un impacto particular en las áreas costeras con playas abiertas o semiabiertas orientadas hacia el noroeste. En otras palabras, se preveía que afectaría principalmente el litoral de la costa norte y central del Perú.
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