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A 28 años de la Operación Chavín de Huántar: testimonios de un rehén, un comando y un periodista | VIDEO

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A 28 años de la Operación Chavín de Huántar: testimonios de un rehén, un comando y un periodista | VIDEO
dzanatta@latina.pe
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Han pasado 28 años desde que un grupo de élite de las Fuerzas Armadas del Perú puso en marcha una de las operaciones militares más impactantes de los últimos tiempos para rescatar a los más de 70 rehenes que mantenían cautivos un comando terrorista del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

La Operación Chavín de Huantar se ejecutó el 22 de abril de 1997, tras cuatro meses de la toma de la residencia del embajador de Japón. La operación fue planificada ante la falta de avances en las negociaciones con el grupo terrorista.

Un informe especial de Latina Noticias revela cómo se vivió esta impresionante hazaña militar desde los rehenes, comandos y equipo de prensa que estuvo a cargo la cobertura.

TOMA DE LA RESIDENCIA DEL EMBAJADOR DE JAPÓN

Era un 17 de diciembre de 1996 cuando se realizó una recepción por el 63 aniversario del natalicio del emperador Akihito. El lugar fue en la residencia del entonces embajador de Japón, Morihisa Aoki.

El evento reunió a más de 500 personas. Dentro de ese grupo habían diplomáticos, oficiales de gobierno, militares de alto rango y empresarios.

“Yo asisto como edecán del Presidente del Congreso. Escuchamos una explosión, pensé que era un coche bomba. Nos vimos sorprendidos cuando un grupo de 14 delincuentes terroristas ingresaron violentamente por un forado que habían hecho (…) El que lideraba dijo ‘Soy miembro del movimiento revolucionario Túpac Amaru y a partir de este momento son mis prisioneros de guerra’“, contó a Latina Noticias el coronel en retiro Roberto Fernández, quien fue rehén del MRTA.

Al pasar los días, el grupo de terroristas empezó a liberar rehenes. Por ello, al final solo quedaron 72 de las centenas de personas que asistieron a la recepción inicial.

“Todos los días había liberación de rehenes, tal es así que el 2 de enero ya no éramos 550 éramos 74 rehenes. Dos días después, 2 policías fueron liberados, quedando 72. Ahí aproveché en escribirle a mi esposa una carta diciéndole que la situación era crítica pero que mantenía en mi poder un beeper y que le avise al presidente del Congreso. Tal es así que se entera y comienza a enviarme mensajes”, recordó.

PLANIFICACIÓN DEL RESCATE

Las negociaciones con el grupo terrorista no avanzaba. Aunque los captores liberaron a una gran cantidad de rehenes, en su mayoría mujeres y niños, exigían también la liberación de 465 presos vinculados al MRTA.

La idea era salvar a los rehenes con el menor costo posible, costo cero (…) Desde ese mismo día empezamos a entrenar en el colegio militar Leoncio Prado, en las playas de la Chía, entrenamientos con explosivos, entrenamientos de dominación de inmuebles y una serie de preparaciones que tenían para ese fin”, señaló José Williams, jefe de la Operación Chavín de Huantar.

Fue entonces cuando se analizó la posibilidad de construir túneles que desembocaran bajo el salón principal y, con ayuda de explosivos, poder rescatar a las 72 personas dentro. Ingenieros y mineros de diversas regiones del país trabajaron en secreto. Posteriormente, se colocaron cargas explosivas en tres puntos: sala, comedor y biblioteca.

“Habían varias formas que nosotros analizábamos dentro de la apreciación de situación. Al final lo que nos sirvió fue los túneles, aunque solo nos sirvió uno, los demás hicieron una especie de bypass que pasaban por debajo de las paredes y aparecieron por el jardín y de ahí corrían a la residencia, otros saltaban un muro. No todo fue túneles“, Al final el concepto es entrar por los túneles y distintos lugares al mismo tiempo”, añadió Williams.

Pero una acción clave fue la comunicación establecida entre rehenes y militares a través de un beeper y micrófonos que fueron ingresados posteriormente.

Cuando se confirmó la comunicación, se pudo enviar y recibir información sobre las actividades que se realizaban dentro de la residencia. De esta manera se dio el aviso para que la operación se pusiera en marcha cuando los rehenes estuvieron en el segundo piso.

OPERACIÓN CHAVÍN DE HUÁNTAR Y LAS BAJAS

A las 3:23 p. m. del 22 de abril de 1997, una fuerte explosión destruyó al salón principal mientras un grupo de terroristas jugaba fulbito. El 148 comandos del grupo especial militar ingresó a la residencia y lograron abatir a 14 criminales, que en su intento por responder el ataque lanzaron granadas y abrieron fuego cruzado.

“Recuerdo que corrí en ese momento. Ahí acababa de ser herido Valer. Entramos a la residencia, de adentro nos estaba disparando un terrorista. Fuimos rescatando a los rehenes, salieron por la parte delantera, por el jardín y pudimos evacuar a todos”, cuenta Williams Zapata.

La operación duró 30 minutos, pero será recordada toda la vida. En medio del movimiento, fallecieron el coronel Juan Valer Sandoval y el teniente Raúl Jiménez Chávez, así como el rehén Carlos Giusti Acuña.

En tanto, la prensa esperaba atenta a los movimientos que las fuerzas especiales hicieran para lograr un rescate exitoso.

“Todo fue muy rápido solo veía fuegos artificiales ahí estaban los heridos, el magistrado Giusti (…) Es un hecho histórico, es equiparable a cualquier operación militar en el mundo exitosa. Se sacó con vida a casi todos que estaban condenados a morir”, contó Fernando Díaz, periodista que cubrió este hecho.

Además, destacó el uso de una réplica de los túneles para practicar el ataque y reducción de los terroristas que se encontraban de la residencia del embajador.

“No se valora cómo se hizo. Cómo se planificó usar una réplica para que los comandos entrenaran te hace pensar que sí hubo inteligencia, que sí pensaron los militares peruanos en cómo acabar con esto”, enfatizó.

Han pasado 28 años, pero la Operación Chavín de Huántar sigue viva. No solo en los libros, sino también en la memoria de un país que no olvida el valor de quienes dieron todo por salvar vidas.

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