El ataque fue dirigido contra una instalación clave controlada por los insurgentes en la costa del mar Rojo.
Al menos 74 muertos y múltiples heridos fue el resultado de un bombardeo estadounidense contra el puerto petrolero de Ras Issa, ubicado en Yemen, en la noche del 17 de abril, según informó el canal Al Masirah, vinculado a los rebeldes hutíes.
El ataque fue dirigido contra una instalación clave controlada por los insurgentes en la costa del mar Rojo. El Comando Central de EE.UU. (Centcom) confirmó la ofensiva, alegando que el puerto era utilizado para financiar operaciones mediante la venta ilegal de combustible.
«Las fuerzas estadounidenses tomaron medidas para eliminar esta fuente de ingresos ilegales que han financiado actividades terroristas durante más de una década», señaló Centcom en un comunicado.
Sin embargo, los hutíes calificaron el bombardeo como un «crimen de guerra», asegurando que Ras Issa es una instalación civil vital para el país. La ONU advierte que puertos como Ras Issa, Al Hudeida y Salif son responsables del ingreso de hasta el 80 % de la ayuda humanitaria al país.
El bombardeo forma parte de una campaña militar intensificada por EE.UU. desde el 15 de marzo, ordenada por el presidente Donald Trump, con el objetivo de debilitar al movimiento hutí y proteger la navegación comercial en el mar Rojo.
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