En Israel, decenas de familias piden el regreso de sus seres queridos. ¿Qué futuro le deparará a esta parte del mundo?
La guerra no tiene cuándo acabar en el Medio Oriente. El pasado 7 de octubre del 2023, Hamás no tuvo problemas en atacar el sur de Israel, en una asonada sangrienta que gatilló lo más cruento de la guerra.
Desde entonces, incontables civiles han muerto en la Franja de Gaza y el gobierno de ultraderecha de Benjamin Netanyahu ha prometido el regreso de las 134 personas que permanecen como rehenes de Hamás.
Sin embargo, para sorpresa muchos, la vía militar no está resultando y las protestas se intensifican aún en Israel con el paso del tiempo, donde hay voces a favor y en contra de la guerra.
En una nota anterior, Latina Noticias no solo recorrió la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, sino también conversó con los familiares de secuestrados. Encuentra el reportaje completo aquí.
Entre Israel y Palestina está Jerusalén, la ciudad más sagrada del mundo para cristianos, musulmanes y judíos. La tierra santa está a apenas dos horas, en carro, de la guerra en Gaza.
Con ayuda de la organización Fuente Latina, Latina Noticias recorrió esta ciudad. En Jerusalén, la mitad de la población es árabe palestina, como sus hermanos en Gaza, y conviven con la población judía en un ambiente tenso y complejo.
Pero una consecuencia inesperada de la guerra vecina es la crisis económica. “Si fuera un día normal de turismo habría gente comprando, y ello afecta mucho también al mercado musulmán, al mercado árabe”, señaló Fleur Hassan-Nahoum, vicealcaldesa de Jerusalén.
Donde antes no cabía un alfiler, ahora apenas hay una fracción de los turistas de antaño. En el barrio antiguo, un laberinto repleto de negocios y suvenires religiosos, comerciantes judíos y árabes dicen lo mismo: “No hay ventas, no hay turistas. La guerra es la causa”.
En Gaza la tensión no cesa, la crisis humanitaria empeora y el mundo entero está a la expectativa de una eventual incursión al sur de Gaza, Rafah, donde se refugian la mayoría de palestinos. En Israel, decenas de familias piden el regreso de sus seres queridos.|
El gobierno israelí no logra una victoria militar, tampoco hay visos de una solución diplomática en el corto plazo. En tierra Santa, la paz se ve todavía lejana.
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