Las autoridades no han reportado daños materiales ni pérdidas humanas.
El norte de Filipinas fue sacudido por un terremoto de magnitud 6,3 generando preocupación en la región mientras las autoridades evaluaban los posibles daños. Afortunadamente, no se emitió una alerta de tsunami tras el sismo que ocurrió en las islas Babuyan. Este evento sísmico puso de manifiesto, una vez más, la vulnerabilidad de Filipinas, un país ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región propensa a la actividad sísmica y volcánica.
El terremoto se produjo a las 19:03 hora local y tuvo una profundidad de aproximadamente 41 kilómetros. Las áreas más cercanas al epicentro del temblor fueron las localidades de Namuac, ubicada a unos 73 kilómetros al norte, y Claveria, a 74 kilómetros al norte de distancia. A pesar de la magnitud del terremoto, hasta el momento, no se han reportado daños significativos ni víctimas.
Este evento sísmico es un recordatorio de la ubicación geográfica de Filipinas, que se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región que rodea las costas del océano Pacífico y es conocida por su alta actividad sísmica y volcánica. En esta zona, se registran anualmente alrededor de 7,000 terremotos, la mayoría de ellos de magnitud moderada.
El Anillo de Fuego del Pacífico es el hogar de numerosas placas tectónicas que convergen, lo que genera tensiones en la corteza terrestre y provoca terremotos y actividad volcánica. Filipinas está ubicada en una región particularmente vulnerable a estos eventos naturales debido a su posición en la junta de tres placas tectónicas importantes: la Placa del Pacífico, la Placa de Filipinas y la Placa Euroasiática. Esta interacción de placas hace que Filipinas sea propensa a terremotos y erupciones volcánicas.
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