El efectivo policial sería quien brindaba la información a la banda, además de facilitarles las armas con las que amedrentaban a las víctimas.
Pese a la investigación en su contra, Cavero Mejia se encontraba trabajando en la comisaria Orrantia, en San Isidro.
Al realizar el registro personal, la Policía encontró entre sus pertenencias un arma de fuego que pertenecía a un policía que fue asaltado en junio pasado.
Los sujetos se movilizaban en tres vehículos y portaban un bloqueador de GPS, además de armas de fuego, que usaban para amedrentar a sus víctimas.
Las víctimas, quienes llegaron hasta la comisaría de la zona, brindaron detalles del momento de terror que vivieron durante el asalto.
Entre sus pertenencias de ‘Las gatúbelas de los Zafiros’, la Policía encontró dinero, tarjetas de créditos y celulares.
La mujer, que es el único sustento de su hogar, salió a poner a buen recaudo a sus nietos que se encontraban jugando en los exteriores de su vivienda. Familiares claman por ayuda.
Desadaptados utilizaron piedras y palos para enfrentarse a otro grupo de barristas. Producto de este enfrentamiento, una mujer podría perder la visión tras recibir una pedrada en el ojo.
Horas después del asalto, la Policía logró capturar a la banda que estaba sembrando el terror en Tacna.
Los agentes de la PNP encontraron entre sus pertenencias tarjetas con el nombre de sus víctimas.