En La Molina, un cobrador de combi lanzó violentamente a un pasajero al suelo y luego intentó huir. Serenos lograron intervenir al cobrador y al chofer, cuya licencia estaba suspendida desde 2023. Además, la unidad circulaba sin SOAT. Ambos fueron entregados a la Policía, pero quedaron en libertad tras las diligencias.
En el límite de El Agustino y Santa Anita, un adolescente terminó herido luego de una violenta pelea entre supuestos barristas de Universitario y Alianza Lima. La turba protagonizó disturbios en plena vía pública, generando temor entre los vecinos, quienes exigen acciones reales para frenar estos enfrentamientos recurrentes.
El fiscal provincial de Casma, Manuel Segura, protagonizó una violenta pelea con el abogado Pedro Alva dentro del bar "Otilia Coffee Bar&Boutique". Cámaras de seguridad registraron cómo el magistrado lo golpeó con puñetes y botellas tras una discusión. Ambos fueron llevados a la comisaría. La Junta de Fiscales del Santa abrió investigación contra el funcionario.
El tiktoker conocido como 'Jorge, el caminante' se acercó al presidente encargado del Perú, José Jerí, para denunciar la situación de violencia que se vive en el distrito de Comas. El joven también aprovechó la oportunidad para pedir seguridad en todo el país, diciendo que "el Perú es una familia".
Un hombre de 33 años identificado como Manuel Antonio Ahuanari Ramírez murió tras ser brutalmente atacado con tijeras y un palo en plena vía pública, a pocos metros de su vivienda en la urbanización Chancas, en Santa Anita. El hecho ocurrió cuando retornaba a su casa y fue sorprendido por dos jóvenes, de 15 y 23 años, quienes lo golpearon y apuñalaron.
El productor Christian Rodríguez fue atacado tras salir de un estudio de abogados en San Isidro. Denunció que intentaron embestirlo con una camioneta en la que viajaba junto a su esposa e hijo de 11 años. Luego fue golpeado violentamente hasta quedar en el suelo. Rodríguez responsabilizó a sus agresores de poner en riesgo la vida de su familia.
La ola de protestas no se detiene en Indonesia, debido al aumento de sueldos de sus diputados. Pese a que dieron marcha atrás, la población sigue en las calles, en rechazo al trabajo de sus autoridades. Los hechos violentos dejaron muertos y desaparecidos.