Un cosquilleo agradable en el cuero cabelludo al escuchar un sonido de baja intensidad…eso es ASMR. Una experiencia física y psicológica en formato audiovisual que ha tomado las redes sociales y se ha convertido en la solución popular de aquellos que sufren ansiedad o insomnio, un relajante natural y al alcance de un botón con el que muchos consiguen calma y sueño ¿Es esta una extraña moda o realmente puede ayudar a personas con cuadros clínicos?
El reloj marca en números rojos las tres de la mañana. David, de 24 años, no puede dormir. Da vueltas en la cama y suspira frustrado, es la quinta noche seguida que no puede conciliar el sueño. Sin esperanza alguna toma su celular, ingresa a Youtube y tipea “ASMR”, el término se lo mencionó una amiga a quien le había comentado su problema. Selecciona un video donde una chica simpática promete hacerle dormir contando un cuento en susurros.
De pronto, una sensación cosquilluda y eléctrica le recorre la parte baja del cuello, mientras ella más susurra la sensación crece y le produjo bienestar y relajación que, al cabo de un corto periodo de tiempo, le permitió caer en sueño. David se preguntó si era el único que podía sentir aquel hormigueo y la respuesta es negativa, el ASMR se ha convertido en el nuevo refugio de los que no pueden dormir alrededor del mundo.
El término ASMR surge de su acrónimo en inglés Autonomous Sensory Meridian Response que se traduce como Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma y hace referencia a una serie de sensaciones que van desde un cosquilleo al escalofrío en el cuero cabelludo y en la parte posterior del cuello y la columna, todos ellos de baja intensidad, consiguiendo en la mayoría de casos una sensación de relajación que antecede al sueño. Estas sensaciones se obtienen a través de estímulos auditivos y visuales. “Las personas suelen sentir ASMR cuando escuchan un dulce susurro, el roce de los dedos en una superficie lisa o el suave movimiento de manos”, comenta Daniel Seytuque, psicólogo clínico y coach de la ciudad de Chiclayo.
El ASMR obtiene este neologismo porque hasta hace algunos años atrás era referido como “un orgasmo cerebral”, concepto erróneo que surgió como un intento de explicar la sensación que generaba. En la actualidad, contiene la palabra “sensorial” en su descripción porque ingresa por los sentidos, “meridiana” porque hace referencia a un clímax en la relajación que la persona experimenta cuando está sometida a este tipo de terapia empírica y es “autónoma” porque no contiene una pauta establecida por la persona que la realiza, comenta Seytuque.
Existen seis principales tipos de estímulos en los videos de ASMR: auditivo (que incluye el susurro, el suave roce de objetos, una melodía relajante), visual (movimiento de manos, un rostro sonriente, un vídeo estéticamente bello), sonidos producidos por la boca (el chasquido de los labios, el masticar de una comida), rasgar o estrujar objetos (esponjas, papel, plástico) y el juego de rol, referido a un video bajo una temática determinada y que puede incluir todos los estímulos antes mencionados (tu mejor amiga te maquilla, una agradable estilista te corta el cabello, etc.)
Hoy por hoy, ASMR es la tercera búsqueda más popular en YouTube. “El término no tendrá una longevidad mayor a diez años, por lo cual no existe aún un estudio formal de este fenómeno”, comenta Camilo Girón, psicólogo organizacional de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo. Sin embargo, el especialista comenta que la utilización de sonidos para disminuir los síntomas de un cuadro de ansiedad o depresión no es nueva en el campo de la psicología. “Algunos terapeutas acompañan los sonidos con indicaciones para relajar al paciente, por ejemplo dictar el ritmo de la respiración para producir calma”.
Sin embargo, no todos pueden experimentar ASMR. Kevin Zapata, psicólogo especialista en terapia Gestalt de la Clínica Soluciones Medic comenta al respecto. “Algunas personas son más susceptibles a ciertos estímulos, en este caso sonidos, que para muchas otras son imperceptibles. Estos sonidos, generalmente graves y suaves, pueden generar una excitación neurológica que provoca una relajación en el oyente. Esta predisposición no corresponde a un biotipo específico de persona, si esta nace con un umbral sensitivo mayor a olores o ruidos es más probable que experimente ASMR y para aquellas que no, estos sonidos pueden provocar un gran rechazo e irritación”.
Referido a ello, es más probable que una persona joven experimente ASMR que una de la tercera edad, esto se debe a que algunos canales sensitivos se encuentran más deteriorados. “Si hablamos de un rango de edad, resulta común encontrar a personas menores de 30 años que consuman ASMR, en especial adolescentes o universitarios, cuyo desarrollo cognitivo y sensorial se evidencia en aquellas etapas y son más proclives a disfrutar de esta experiencia”, explica Zapata.
Los videos de ASMR, ubicados generalmente en Youtube o TikTok, presentan a una persona carismática frente a cámara que a base de susurros o el rozar con la yema de los dedos una superficie u objeto produce un relajo y una posible soñolencia. “Los sonidos suaves y pausados, manifiesta Zapata, pueden producir una sensación de calma porque disminuyen el ritmo cardiaco, uno de los síntomas más comunes cuando se presenta un cuadro de ansiedad. Ahora súmale una persona agradable que te susurra sonriente a la cámara, que muestra interés por ayudarte a dormir. Todo ello establece una comunicación con el cerebro, al ver que una persona se preocupa por tu problema y quiere ayudarte a base de mimos, provoca un cambio interno fenomenológico, es decir, estas atenciones hacen que te sientas querido, aliviado y eventualmente puede ayudarte a conciliar el sueño”.
El carisma del youtuber es importante pero la calidad del audio y el video pesa mucho para el consumidor de este fenómeno viral. En este sentido, buena parte de los artistas de ASMR optan por la grabación binaural. Se trata de una técnica de grabación que ofrece una sensación envolvente, como si la voz del creador realmente estuviera susurrándote al oído. Asimismo, la estética del ambiente donde se filmará, la vestimenta, maquillaje o cuidado de las manos para quien practica ASMR podría ser crucial a la hora de determinar el número de vistas que obtendrá por su producto audiovisual. La dedicación y cuidado en la realización de estos videos han permitido que el ASMR se ubique en las búsquedas favoritas de todos aquellos que buscan desconectarse un momento del mundo.
Los artistas de ASMR son tan variados como las temáticas de sus videos. Podemos encontrar universitarias practicando ASMR, amas de casa, hombres en edad adulta e incluso personas de la tercera edad, pero el común denominador de la gran mayoría es que no cuentan con una preparación psicológica bajo el brazo.
“Si somos objetivos, la salud mental del consumidor de ASMR, dentro del margen psicosocial de la OMS, si estaría en peligro porque toda terapia que se ejecute en una persona con cuadros clínicos tiene que ir acompañada de una preparación teórica y práctica. En el caso del ASMR, los estímulos realizados por el creador de contenido deberían ser supervisados por un profesional en el área”, afirma Zapata.
Por tal razón, los tres especialistas consultados aconsejan que si se presenta una sintomatología ansiosa o depresiva siempre se debe acudir a un especialista para el tratamiento adecuado. “Si el ASMR te funciona, excelente, pero siempre de la mano con la ayuda de un psicólogo o psiquiatra, dependiendo del caso”, comenta Girón. Así como David, o los millones de fanáticos de este fenómeno, quienes ahora se duermen con los audífonos conectados escuchando ASMR.
Autor: Vanessa Valdivia Garma
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