¿Dolor de garganta, ronquera o bultos en el cuello? Puede ser un cáncer en cabeza y cuello
Cuidado con este tipo de cáncer. Los tumores de cabeza y cuello son un grupo heterogéneo de neoplasias o tipos de cáncer que afectan a diferentes órganos y tejidos, como la boca, la garganta, la laringe, la nariz, los senos paranasales, las glándulas salivales y la tiroides.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican más de 830.000 casos nuevos de estos tumores en el mundo, y más de 430.000 personas mueren por esta causa. En el Perú, los tumores de cabeza y cuello representan el 9% de todos los casos de cáncer, siendo el estómago, el tiroides y el cuello uterino los más frecuentes.
Los factores de riesgo para desarrollar estos tumores varían según el tipo y la localización, pero algunos de los más comunes son el consumo de tabaco y alcohol, las infecciones por virus como el papiloma humano (VPH) o el Epstein-Barr (VEB), la exposición a radiaciones ionizantes o ultravioletas, y las condiciones ocupacionales o ambientales que implican el contacto con sustancias químicas o polvo.
SÍNTOMAS DE TUMORES EN CABEZA Y CUELLO
Los síntomas de los tumores de cabeza y cuello dependen del órgano afectado, pero algunos de los más generales son:
- Dolor o dificultad para tragar o hablar.
- Cambios en la voz o ronquera.
- Bultos o masas en el cuello, la boca o la cara.
- Sangrado o secreción nasal o bucal.
- Úlceras o heridas que no cicatrizan.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Dolor de oído o pérdida de audición.
Estos síntomas pueden ser causados por otras condiciones benignas, pero si persisten por más de tres semanas se recomienda consultar a un médico para descartar la presencia de un tumor. El diagnóstico temprano es fundamental para mejorar las posibilidades de curación y reducir las secuelas del tratamiento, que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.
La prevención de los tumores de cabeza y cuello pasa por adoptar hábitos saludables como evitar el tabaco y el alcohol, vacunarse contra el VPH, protegerse del sol, mantener una buena higiene bucal y acudir al dentista regularmente. Además, se recomienda realizar un autoexamen mensual del cuello para detectar posibles anomalías. Ante cualquier duda o sospecha, lo mejor es consultar a un especialista lo antes posible.