Este escándalo se suma a una serie de eventos que han empañado la gestión de la SUNEDU desde la polémica designación de Manuel Castillo en febrero de este año.
Por María de los Ángeles Serrano
A inicios de septiembre, en el auditorio de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, de la región Huánuco, la charla de una abogada no pasó desapercibida entre decenas de estudiantes y docentes. Curiosa, sería la palabra menos grave para describirla.
«¿Quién alguna vez no ha escuchado o ha sido testigo de un caso de hostigamiento sexual? Levante la mano quien ha escuchado o ha sido víctima de hostigamiento sexual alguna vez», se le escucha decir a la mujer de vestido mostaza que está de pie frente a más de 200 personas, entre alumnos y maestros.
Patricia Balbín Linares es su nombre y en la ponencia que realizó y se viralizó en redes sociales se le puede ver muy desorientada con respecto al tema del que debería ser especialista: hostigamiento sexual. Durante casi una hora de exposición, no despegó ojos de la pantalla en la que se encontraba la información que leía al pie de la letra.
A raíz de las imágenes puestas en la transmisión en vivo, publicada por la misma casa de estudios, surgió la siguiente pregunta: ¿qué tan preparado está el personal que la actual gestión de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (SUNEDU) contrata para dar charlas?
Latina Noticias Digital indagó en la hoja de vida de Balbín, contratada para abordar este sensible tema, y comprobó que esta mujer de letras no cuenta con experiencia ni conocimientos en la materia. Además, tras revisar la documentación, se corroboró que la abogada, quien no es ajena a trabajar con el Estado, cobró la suma de S/ 30.000 por la charla que replicó en nueve regiones del país.
El caso de la doctora Patricia no es un hecho aislado. El abogado Ángel Benites Rodríguez, quien estudió derecho en la Universidad Nacional de Piura (UNP), al mismo tiempo que el superintendente de la SUNEDU, Manuel Castillo, se encontraba trabajando como profesor, también entró a la polémica al recibir más de S/ 30.000 por una charla que debía explicar las funciones de la Dirección de Fiscalización y Sanciones (Difisa), área que realizó su contratación y la de Balbín.
Cabe precisar que Benites cobró, adicionalmente, S/7.000 por realizar un informe en el que debía constatar el esquema de actividades para la ejecución del plan de trabajo, entre otros relacionados con las charlas sobre hostigamiento sexual.
En las imágenes que han dejado a más de uno indignado, se le escucha confundir a los estudiantes sobre las funciones y estructura de la misma entidad que los contrató. «Nosotros, como funcionarios de la Dirección de Fiscalización y Sanciones, no vemos el tiempo, eso lo ve el área de Licenciamiento, Grados y Títulos».
Además, Patricia Balbín Linares y Ángel Benites Rodríguez cobraron más de S/15.000 en viáticos entre boletos de avión, transporte, comida y hospedaje.
La falta de claridad en las exposiciones no solo generó dudas entre los estudiantes, sino que también motivó a una docente a levantarse en búsqueda de claridad. «Señorita abogada y al señor abogado, les suplico y les suplico encarecidamente que esto sea más claro», expresó la maestra de manera enfática.
Su llamado a la transparencia fue recibido con fuertes aplausos por parte de los estudiantes, quienes compartían su inquietud ante la falta de coherencia y claridad en las presentaciones.
Cuando tratamos de obtener respuestas con respecto a las contrataciones y la preparación de los expositores, tanto Patricia Balbín como Ángel Benites optaron por evadir las preguntas realizadas vía telefónica.
Asimismo, llegamos hasta la sede central de la SUNEDU, en el distrito de Santiago de Surco, para poder conversar con Manuel Castillo, quien se encontraba en una misa por el Señor de los Milagros; sin embargo, lo único que recibimos fue una falsa promesa de respuestas.
«El tema es que estamos en plena ceremonia, luego que terminemos, no hay ningún problema para la entrevista (yo lo espero) no hay problema».
Esta actitud de eludir el escrutinio no solo aumentó las sospechas sobre la calidad de las charlas, sino que también planteó interrogantes sobre la seriedad de las contrataciones realizadas por la SUNEDU.
El presidente del Comité de Psicología de la Sexualidad del Colegio de Psicólogos del Perú, Pedro Rondón, reveló que desde su centro de labores han ofrecido un programa similar de forma gratuita a la SUNEDU; no obstante, la propuesta no fue tomada en cuenta, prefiriendo contrataciones costosas y cuestionables.
«Una pregunta que no debería hacerse en una conferencia porque estás comprometiendo tu vida privada, tu intimidad no tienes por qué exponerla en el público, entonces una pregunta que está de más», agregó Rondón.
Este escándalo se suma a una serie de eventos que han empañado la gestión de la SUNEDU desde la designación irregular de Manuel Castillo en febrero de este año. La entidad, que debería proteger la educación superior en el país, enfrenta ahora cuestionamientos sobre la integridad de sus contrataciones y la seriedad de sus acciones, debilitando así la confianza en el sistema educativo.
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