Autoridades retoman control de cárcel de Ecuador tras violento enfrentamiento

QUITO, 4 abr (Reuters) – El Gobierno de Ecuador dijo el lunes que logró retomar el control dentro de una cárcel en la ciudad de Cuenca, donde murieron al menos 20 presos el día anterior en un violento enfrentamiento.

El hecho se registró en la cárcel El Turi, en un pabellón de máxima seguridad, donde se habrían enfrentado miembros de una misma organización criminal por el control del poder al interior de la prisión, según las autoridades.

Se trata del más reciente incidente de violencia en las cárceles ecuatorianas, que el gobierno suele atribuir a disputas entre bandas por el control del tráfico de drogas. El año pasado, 316 presos murieron en motines en varias prisiones de la nación sudamericana.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos dice que el sistema está afectado por el abandono del Estado y la ausencia de una política integral, así como por las malas condiciones en que viven los reclusos. Las cárceles del país están sobrepobladas en un 15% y albergan a unas 35.000 personas.

«Este momento está controlado el centro de El Turi, pero eso es relativo porque en definitiva todavía la institución sigue siendo débil», dijo el ministro del Interior, Patricio Carrillo a la radio local Democracia. «Esto no creo que sea solamente una mala convivencia y rencor al interior, hay enormes intereses económicos».

El ministro explicó que al ingresar a las celdas donde se registró el motín se encontraron «seis cuerpos más suspendidos» y uno aparentemente con síntomas de envenenamiento, lo que elevó la cifra de fallecidos a 20 presos.

Cinco de los cuerpos estaban mutilados, dijo. Los cadáveres serán entregados a sus familias en las próximas horas.

El gobierno desplegó a unos 1.000 miembros de las fuerzas de seguridad para retomar el control de la prisión, y Carrillo dijo que los presos ahora serán trasladados a diferentes bloques dentro de las mismas instalaciones para tratar de mitigar nuevas disputas entre las bandas.

El presidente Guillermo Lasso está impulsando un plan para reducir la violencia carcelaria, que incluye pacificar a las pandillas, indultar a presos en casos especiales, y reformas legales y políticas de rehabilitación social.