La muerte de Euclides España Caicedo, alias Jhonnier, acusado de narcotráfico, asesinatos de líderes sociales y ataques a las FF. AA., se produjo en zona rural del municipio de Toribio.
BOGOTÁ, 24 ene (Reuters) – El principal líder de las disidencias de las FARC en el suroeste de Colombia murió el lunes en una operación de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional que puso fin a la persecución contra uno de los hombres más buscados del país, informó el presidente Iván Duque.
La muerte de Euclides España Caicedo, alias Jhonnier, acusado de narcotráfico, asesinatos de líderes sociales y ataques a las Fuerzas Armadas, se produjo en zona rural del municipio de Toribio, una región montañosa del departamento del Cauca, estratégica para la siembra de hoja de coca y la producción de cocaína, precisó el mandatario.
«El que la hace la paga, hoy ha sido neutralizado alias Jhonnier, el símbolo del mal en el suroccidente de Colombia, cabecilla principal de las disidencias de las FARC», dijo Duque en una declaración en compañía del ministro de Defensa y de la cúpula de las Fuerzas Armadas.
«Seguiremos sacando de circulación a todos los cabecillas de las disidencias de las FARC (…) llegaremos hasta las madrigueras de estos bandidos», aseguró al calificar la muerte de alias Jhonnier como uno de los golpes más fuertes contra esos grupos armados bajo las órdenes de Gentil Duarte.
El mandatario reveló que se pagará una recompensa de más de 756.000 dólares a quienes suministraron la información que permitió ubicar al líder de las disidencias.
España, con más de 25 años en la insurgencia, tenía a su mando siete estructuras de las disidencias de las FARC con presencia en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño, dijo por su parte el ministro de Defensa, Diego Molano, quien aseguró que se neutralizó a «la mayor amenaza expansiva» de esa organización ilegal armada.
Las disidencias bajo el mando de Gentil Duarte, a las que pertenecía España, fueron una de las dos facciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se apartaron de un acuerdo de paz firmado en 2016 para poner fin a un conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.
Aunque alrededor de 13.000 integrantes de la antigua guerrilla se desmovilizaron y se reintegraron a la vida civil con el acuerdo de paz, algunos líderes y excombatientes decidieron regresar a la lucha armada atraídos por el lucrativo negocio del narcotráfico, según fuentes de seguridad.
Las FARC-EP, como se identifican las disidencias bajo el mando de Duarte que cuentan con unos 1.200 combatientes, fueron incluidas en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos en noviembre, al igual que la Segunda Marquetalia, la otra facción disidente que dirige Iván Márquez.
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